Un juzgado de lo Penal ha condenado al matrimonio propietario de una ortopedia de Alicante por intentar estafar cerca de 10.000 euros a la Conselleria de Sanidad presentando documentación falsificada de material ortopédico entregado a pacientes. Los acusados no llegaron a cobrar el dinero porque Sanidad detectó el engaño.

El juicio se cerró esta semana en un penal alicantino con una conformidad, al admitir los dos acusados los hechos que les imputaban. La magistrada les ha impuesto una pena de un año y nueve meses de cárcel por un delito continuado de falsedad documental en concurso con uno de estafa en grado de tentativa, tiempo durante el que también se les inhabilita profesionalmente. Asimismo, les ha suspendido la condena de cárcel con la condición de que no vuelvan a delinquir durante los dos próximos años. El fallo ya es firme y contra él no cabe recurso.

Los hechos se rem0ntan a los meses de entre julio y noviembre de 2012. Según declara probado el fallo, los acusados rellenaron hasta 31 hojas de prescripciones de material ortopédico, con el sello de las dos ortopedias que regentaban, y con las firmas de los médicos falsificadas entre las que se encontraban 25 sillas de ruedas, un implante mamario, un andador, una faja y otras tres facturas con varios artículos. El total del material sumaba 9.931 euros.

Para acceder al material ortopédico, debe ser rellenado un parte por el personal médico. Normalmente, para imprimir dichos partes es necesaria una aplicación informática conocida como Hera. En la práctica, declara probado el fallo, los document0s en blanco están impresos y distribuidos por distintas partes del Hospital General. En ellos, hay que incluir los datos del médico, el diagnóstico y el material ortopédico prescrito.

Uno de los acusados solía acudir al Hospital General para hacer entrega del material, hecho que le permitió entablar amistad con el personal y tener fácil acceso al lugar donde se encontraban los impresos en blanco, los sellos de los médicos y las pegatinas de los pacientes. Con este material, elaboraron partes falsificados para simular que a los pacientes se les habían prescrito sillas de ruedas y otros productos y que se los habían entregado, con el propósito de reclamar el importe de dichos productos a la Conselleria de Sanidad. Sin embargo, la Generalitat detectó el engaño a tiempo.