Durante meses acudieron a las inmediaciones del pantano de Guadalest, donde sale una ruta muy popular, pero estos senderistas ni siquiera llegaban a la mitad del camino. Esperaban a que los aficionados al monte comenzaran a andar para salir de la maleza donde se escondían y desvalijar sus vehículos sin derramar una gota de sudor como las víctimas. La Guardia Civil investigó el aumento de robos en vehículos en esta zona y descubrió que los presuntos ladrones eran dos hermanos de 51y 57 años que residen en Castell de Castells.

Los dos han sido investigados -imputados- como presuntos autores de 18 delitos de robos con fuerza en el interior de vehículos y han quedado a disposición de los juzgados de Villajoyosa, según informó ayer la Comandancia de Alicante.

La operación ha sido realizada por el Equipo ROCA de la Guardia Civil de Calp, encargado de investigar robos en zonas rurales. Los agentes iniciaron las pesquisas tras registrarse 18 denuncias de senderistas que acudieron a recorrer una ruta muy popular que sale de las inmediaciones del pantano de Guadalest. Las víctimas dejaron sus vehículos estacionados y cuando regresaron de realizar la ruta por el monte se encontraron sus coches con la ventanilla rota y las pertenencias robadas.

Escondidos

La investigación desveló que los ladrones se escondían entre la maleza para vigilar desde un lugar privilegiado a las víctimas que llegaban en coche a la zona del embalse. Les observaban para ver quién guardaba más objetos en el coche y desvalijarlo a continuación.

Una vez se alejaba la víctima del aparcamiento y comenzaba a caminar por la ruta los ladrones salían de su escondite y practicaban senderismo durante unos metros hasta llegar al aparcamiento.

Pese a la dificultad para identificar a los autores de los robos, la Guardia Civil sospechó de dos hermanos que residen en Castell de Castells, a escasos kilómetros del lugar. Conocían bien el terreno y se aprovechaban de ello para entrar y salir del lugar sin ser vistos.

Tras ser detectados los sospechosos la Guardia Civil estableción un dispositivo de vigilancia durante varios días junto a su domicilio. Al final los agentes procedieron a su identificación y uno de los hermanos llevaba en su poder un teléfono móvil que figuraba como sustraído en el pantano de Guadalest. Asimismo, tenían en su poder varios terminales móviles más cuya procedencia lícita no pudieron acreditar ante los investigadores.

La Guardia Civil les tomó declaración en calidad de investigados como presuntos autores de 18 robos con fuerza en el interior de vehículos.