Efectivos de la Policía Autonómica y agentes medioambientales han desmantelado una red de compraventa ilegal de especies de fauna protegida y elementos para su captura que operaban en la provincia de Alicante a través de las redes sociales. La operación desarrollada en los últimos cuatro meses ha permitido recuperar 540 ejemplares de todo tipo de fauna que se recuperan ahora en el centro de recuperación de especies de la Generalitat en Santa Faz, y que en el mercado negro hubieran alcanzado un valor de unos 160.000 euros, según pudo saber ayer este periódico de fuentes cercanas de una operación en la que no se descarta que se hayan producido detenciones.
Entre las especies intervenidas destacan dos motos titis que se vendían a 1.500 euros por ejemplar, dos coatis de cola anillada (dos especies consideradas invasoras) así como 13 tortugas del Mediterráneo, que están en vías de extinción.
La operación coordinada por la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias ha permitido detectar la existencia de una gran comercio ilegal de compraventa de animales en Alicante, que utiliza las redes sociales para los intercambios. En estos cuatro meses, se han realizado un total de 33 actuaciones llevadas a cabo de forma conjunta entre los agentes medioambientales y la Policía de la Generalitat.
Se han intervenido un total de 530 cepos y trampas, destacando los 433 cepos para pájaros junto con la máquina, manualmente construida, para su confección y la intervención, inmovilización y destrucción de 69 trampas de grandes dimensiones para mamíferos, así como la localización del taller donde estas se fabricaban, según explicaron ayer a este periódicos fuentes cercanas al operativo.
Entre las especies protegidas que hoy se recuperan en el centro de la Santa Faz destacan 81 galápagos de Florida, dos titis pincel blanco, dos coatis, dos erizos, cuatro jilgueros, 45 ranas albinas, tres gorriones, una cotorra argentina, dos tortugas moras, tres cotorras de Kramer, 50 peces gambusia, 23 sapos bubo calamita, 221 caracoles trompeta y, entre otros, trece tortugas mediterráneas.
Todos los animales incautados están protegidos por el convenio internacional CITES, que establece una red mundial de controles del comercio internacional de especies silvestres amenazadas y de sus productos, exigiendo la utilización de permisos oficiales para autorizar su comercio.
Por lo tanto, la protección se extiende a los animales y plantas, vivos o muertos, sus partes, derivados o productos que los contengan. Es decir, también se protegen las pieles, marfiles, caparazones, instrumentos musicales, semillas y, entre otros, extractos para perfumería.
La Policía de la Generalitat y los agentes medioambientales comenzaron el trabajo conjunto para velar por la fauna y flora de la Comunidad Valenciana hace dos años, pero ha sido ahora cuando han dado este golpe al tráfico ilegal de especies tras 4 meses de investigación de un equipo multidisciplinar.
La actividad del grupo de profesionales creado al efecto se centra en combatir los métodos masivos no selectivos para la captura de animales (aves sobre todo), la caza y comercio de fauna catalogadas o protegidas y el comercio de especies exóticas o invasoras. Todos, ilegales.
