Cinco grandes familias son las que se reparten los oscuros negocios del crimen organizado dentro de la llamada Cosa Nostra de Nueva York. El cine ha mostrado en numerosas películas las formas de operar de estos grupos y cómo se reúnen en un cónclave conocido como La Comisión y en la que se reparten las zonas donde cada uno operará. La película «El Padrino» nos mostró a estas familias, cambiando sus títulos reales por otros ficticios. Lo cierto es que hasta los años 40 su existencia era poco menos que una leyenda urbana. Dicen los expertos que la verdadera decadencia de la Mafia comenzó en el momento en que se hizo pública su existencia. Aunque las autoridades norteamericanas siguen dando golpes a estas organizaciones y descabezándolas, lo cierto es que la prioridad ha pasado a ser la amenaza terrorista, lo que indica que estos grupos ya no son lo que eran. Además han perdido terreno frente a las organizaciones de otros países como pueden ser las mafias de origen asiático o procedentes de América del Sur.

Los orígenes de la mafia italoamericana se remonta a comienzos del pasado siglo XX y, a pesar de los golpes contra su cúpula o las guerras internas entre ellos, siempre han logrado recomponerse. Inmigrantes sicilianos que llegaron a la llamada Tierra de las Oportunidades exportaron al Nuevo Mundo los modos del crimen organizado en su país natal. Tras asentarse en Estados Unidos y repartirse sus cuotas de poder, las cinco familias no sólo se han enfrentado entre ellas, sino que han recurrido a los modos más clásicos para suceder al que estaba al mando si se quería ascender.

Los Luchese, el clan contra el que ha ido dirigido el último gran golpe a las mafias, es una de las familias históricas de Nueva York. El origen del clan se remonta a 1920, fundada por Gaetano Tommy Luchese y creció durante la etapa en la que la Ley Seca, en la que estaba prohibida la venta de alcohol en Estados Unidos, mediante el contrabando de licores. Posteriormente sus actividades se han ido expandiendo a otro tipo de delitos como el tráfico de drogas, el blanqueo de capitales, la extorsión, el asesinato y las apuestas ilegales. Inicialmente era una de las familias más pacíficas, pero esa tendencia cambió a partir de los años 60, a raíz de cambios en la cúpula de la organización, con lo que se abrió una etapa en la que se ordenaba la muerte de cualquier persona que se cruzara en su camino. Una de las acusaciones que han propiciado estas últimas detenciones es la del asesinato en el año 2013 de Michael Meldish, jefe de un grupo local de narcotraficantes.

La que está considerada como la familia más poderosa y mejor organizada son los Genovese. Entre sus dirigentes más destacados a lo largo de su historia, se encuentran Vitto Genovese, que dio nombre al clan que ya existía desde el siglo XIX; Lucky Luciano, artífice de la mafia moderna; y Frank Costello, uno de los gángsters en los que se inspiró el cineasta Francis Ford Coppola para el personaje de Vitto Corleone en El Padrino. El Rolls Royce del crimen organizado ha sido uno de los nombres que ha recibido este grupo y que cuenta con entre 200 y 250 personas integradas dentro de la familia.

Otra de las grandes familias la forman los Gambino, aunque es una de las que ejemplifican el ocaso de la Cosa Nostra. El periodo de máximo poder de la organización llegó durante los años 70. Uno de sus líderes más conocidos fue John Gotti, a quien se le conoció como «el Último Don». Gotti murió en la cárcel a los 61 años en 2002. Uno de los ejemplos de que la familia ya no es lo que era, vino cuando las hija de Gotti accedió a protagonizar un reality show metiendo las cámaras en su casa para mostrar su vida y las de sus tres hijos.

Durante treinta años, la familia Bonnano fue otra de las más poderosas de Nueva York hasta que fue expulsada de La Comisión, después de que su máximo capo, Joseph Bonnano, planeara el asesinato de líderes de las otras familias, al sentir amenazado su liderazgo. Bonnano llegó a desaparecer de la circulación y fingir su secuestro, por temor a las represalias de las otras familias. De hecho, los Bonnano no fueron readmitidos de nuevo en La Comisión hasta los años 90, llegando a recuperar su poder e incluso volviendo a ser una de las más destacadas del crimen organizado. Con la llegada del siglo XXI, volvió el declive, debido a las traiciones internas entre sus miembros. La situación llegó hasta tal punto que el propio jefe de la organización, Josseph Massino, en el año 2004 se convirtió en confidente del gobierno norteamericano.

La quinta y última de las familias es conocida como los Colombo, recibió su nombre de Joseph A. Colombo, fallecido en 1978 tras resultar herido durante una fiesta mitin de la Liga Italoamericana de Derechos Civiles, fundada por él mismo. Su cúpula al completo fue encarcelada en una gran operación llevada a cabo en el año 2011. Un miembro de la organización que estaba siendo acusado del asesinato de un policía fue el que propició la caída del grupo al hacerse confidente del Gobierno a fin de atenuar sus cuentas con la Justicia.

A estas familias, se suma el grupo de los DeCavalcante afincados en el área de New Jersey y en la que está inspirada una de las mejores series de la historia de la televisión sobre el crimen organizado, Los Soprano.