Un tiburón azul fue capturado y sacrificado ayer tras causar la alarma durante el fin de semana y obligar a prohibir el baño en varias playas de la bahía de Palma. El animal fue avistado, muy cerca de la orilla, el sábado en Illetes y Cala Nova y ayer en Cala Major, Can Pastilla y la Playa de Palma.

Allí fue capturado finalmente por la tarde, desnutrido, con una importante herida en la cabeza causada por un arpón y anzuelos clavados en todo el cuerpo. Los técnicos del Palma Aquàrium lo sacrificaron al considerar que no tenía ninguna opción de sobrevivir. El periplo del animal provocó un gran despliegue de los servicios de emergencias, la Guardia Civil llegó a movilizar su patrullera y se estudió incluso prohibir el baño en toda la Playa de Palma.

El pequeño tiburón, de un metro y medio de longitud, fue avistado por primera vez el sábado a mediodía en Illetes. Su paso por allí fue fugaz, pero provocó momentos de tensión al acercarse a la orilla mientras los bañistas huían despavoridos. Los efectivos de Protección Civil intentaron localizarlo, pero no consiguieron dar con él.

El escualo reapareció ayer en Cala Major. Hacia las nueve de la mañana, fue avistado por los socorristas de Emergències7000 que trabajan en la zona. Rápidamente, evacuaron a las decenas de personas que había en el mar e izaron la bandera roja para prohibir el baño. Los servicios de emergencias, a bordo de varias embarcaciones, recorrieron la zona para tratar de encontrar el pequeño tiburón. Lo intentaron durante más de tres horas, pero el rastreo fue infructuoso. Pasado el mediodía, los socorristas colocaron la bandera amarilla y dieron avisos a los bañistas para que no se adentraran demasiado en el mar ante la posibilidad de que el escualo regresara.

El animal fue visto de nuevo hacia las cuatro de la tarde en las inmediaciones de Can Pastilla. Su presencia en la orilla volvió a provocar un gran revuelo. Los socorristas de la zona desalojaron a todos los bañistas de los balnearios 12, 13 y 14. La bandera roja ondeó en toda la zona e incluso se barajó extender la prohibición a toda la Playa de Palma.

La Guardia Civil movilizó la embarcación de su Servicio Marítimo y los socorristas, a bordo de varias motos acuáticas, trataron de capturar la tintorera. Finalmente, consiguieron dirigirla a las cinco de la tarde hasta la orilla, donde aguardaba una veterinaria del Centro de Recuperación del Palma Aquàrium. Los técnicos sedaron al animal y comprobaron que tenía graves lesiones. Una en la cabeza causada al parecer por un arpón y otra en la boca, donde tenía un anzuelo clavado.

Según informó el Palma Aquàrium, los expertos consideraron que las heridas eran irreversibles y que el tiburón no tenía posibilidad alguna de sobrevivir. Por ello, le administraron primero un sedante para tranquilizarlo y luego un eutanásico para "minimizar el dolor y el estrés y procurarle una muerte digna al escualo", informó la entidad.

En mayo de 2016 ya fue capturada y sacrificada una tintorera enferma que fue avistada durante varios días en la isla.