La Guardia Civil ha detenido en Crevillent y en Torrevieja a tres personas acusadas de cometer hurtos en vehículos mediante el método del pinchazo. Les acusan de siete robos con fuerza y 13 hurtos. Uno de los tres es un ciudadano marroquí de 33 años que ha sido arrestado ya dos veces en este segundo trimestre y ha usado hasta diez identidades diferentes, mientras que los otros dos son súbditos argelinos de 38 y 45 años que le acompañaban. Los tres apresados acumulan en su historial delictivo un total de 182 delitos, la mayoría contra el patrimonio.

En los últimos robos que les imputan sustrajeron a las víctimas 13.000 euros en efectivo, 500 libras esterlinas, 9.000 euros en aparatos de telefonía móvil, 1.700 euros en gafas, 1.500 euros en dispositivos electrónicos y 2.000 euros en gastos de reposición de ruedas.

Los ladrones actuaban en aparcamientos de zonas comerciales y áreas de descanso de Torrevieja y Crevillent. Sus víctimas preferidas eran extranjeros, a los que pinchaban o desinflaban una rueda de sus vehículos. Cuando el dueño regresa le advierte de que tiene la rueda pinchada y se ofrecen a ayudar a cambiarla, momento en que uno cómplice sustrae efectos de valor del interior del vehículo.

Desde marzo aumentaron este tipo de hurtos y la Guardia Civil puso en marcha un operativo para apresar a los ladrones. En uno de los seguimientos en Torrevieja vieron a una persona que manipulaba la rueda de un coche estacionado en un centro comercial y luego se escondía con un cómplice en su coche. Al intentar distraer a las víctimas para desvalijarlas los agentes procedieron a su arresto.

Los dos quedaron en libertad con cargos a finales de mayo y el marroquí, que a principios de año fue detenido en Altea por 22 hurtos, continuó con los hurtos y fue apresado de nuevo, esta vez en Crevillent junto con otro cómplice.