El hurto de un teléfono iPhone en Sant Joan d'Alacant ha permitido a la Guardia Civil una estafa con la venta de estos terminales de más de 800 euros a un precio de 149 euros al ser aparatos falsificados que procedían de China. La Guardia Civil de Sant Joan se desplazó a València para detener al presunto vendedor de los Iphone falsos y ha investigado -imputado- a otro español por distribuir los terminales fraudulentos como si fueran verdaderos a personas de diferentes comunidades autónomas. A los implicados se les acusa de delitos de estafa y contra la propiedad industrial. Las pesquisas de la Benemérita han esclarecido 66 casos de estafa a otros tantos compradores engañados, según informó ayer la Comandancia de Alicante.

La investigación se inició tras la denuncia presentada en el cuartel de Sant Joan por el dueño de un iPhone que relató haber sido víctima del hurto de su teléfono.

Los agentes procedieron a rastrear el teléfono mediante el número de IMEI, el código de identidad de estos aparatos, para tratar de situar al ladrón y proceder a su arresto. Sin embargo, se quedaron sorprendidos al comprobar que aparecían hasta 13 terminales con el mismo número de IMEI en diferentes autonomías como Canarias, Andalucía, Cataluña o Galicia.

Orense y Granada

Los investigadores de la Guardia Civil de Sant Joan contactaron con agentes de otras provincias y en Orense y Granada se llegó a investigar a dos personas como sospechosa del hurto denunciado. Así, en Orense un hombre fue investigado como posible autor del robo del móvil y en Granada fue una mujer la investigada como sospechosa de haber comprado el iPhone sustraído.

Estas dos personas fueron interrogadas por el Instituto Armado y ambas coincidieron en declarar que habían comprado el mismo modelo de móvil a un vendedor con el que contactaron a través de una página web de compra-venta entre particular.

El hombre y la mujer habían efectuado transferencias de dinero a la misma cuenta facilitada por el vendedor, por lo que se centraron las pesquisas en el vendedor al descubrir que se trataba de móviles falsos.

El vendedor es un español de 37 años que reside en València y pedía los terminales móviles a China. Eran iPhone que vendía luego como si fueran verdaderos.

La investigación ha revelado que habría 66 personas afectadas por la presunta estafa, las cuales pagaron entre 149 y 200 euros por cada terminal.

Los compradores se percataban de que los iPhone eran falsos cuando recibían los pedidos en sus domicilios. Sin embargo, ya habían hecho la transferencia al vendedor.

Una vez fue identificado el presunto estafador los agentes de Sant Joan se desplazaron a Valencia, donde procedieron a la detención del español de 37 años como presunto autor de varios delitos de estafa y uno contra la propiedad industrial. Asimismo, la Guardia Civil ha investigado a otro español de 35 años por los mismos delitos.