El jurado popular que enjuicia al acusado de matar en Dénia a su expareja de varias puñaladas en el cuello se reúne esta mañana en la Audiencia de Alicante para emitir un veredicto después de que las acusaciones y la defensa solicitaran ayer que el procesado sea condenado a 15 años de cárcel por asesinato, cinco menos de la pena solicitada inicialmente, al entender que concurre la circunstancia atenuante de confesión porque llamó a la Policía para alertarla de lo que había hecho. También redujeron de un año a nueve meses la petición por un delito de quebrantamiento de condena.

El acusado reconoció el primer día que apuñaló a su expareja, de la que tenía orden de alejamiento aunque mantenía contacto frecuente con ella, y ayer manifestó al finalizar la sesión que «estoy arrepentido de lo que hice» y añadió que lo sentía.

La segunda jornada del juicio contó con la declaración de la hija de la fallecida y del acusado, quien indicó que, pese a existir una sentencia que condenaba a su padre por lesiones y le impedía acercarse a su madre durante 16 meses, «sabía que había algo raro», en referencia a que sus padres mantenían contacto telefónico constante y él dormía con frecuencia en el domicilio de la fallecida, Gemma M., de 48 años.

La hija y la madre de la víctima reclaman por su derecho a una indemnización, petición que el fiscal ha fijado en 150.000 euros para la joven y 90.000 euros para la progenitora de Gemma.

Por otro lado, un forense explicó al jurado popular que la mujer presentaba dos heridas superficiales y dos inciso punzantes en el cuello, una de las cuales le seccionó la carótida y le causó la muerte en unos minutos. Fue apuñalada mientras dormía y no había signos de defensa. Asimismo, una forense declaró por su parte que el acusado era plenamente consciente de lo que hizo y no sufrió ningún trastorno.

El crimen ocurrió la madrugada del 14 de mayo de 2015 en una vivienda de la avenida Gandía de Dénia y los policías que intervinieron declararon ayer en el juicio que el propio acusado fue quien llamó a la sala del 091 para comunicar que había asesinado a su pareja. Los policías explicaron que al llegar al domicilio encontraron en la calle al acusado y estaba «tranquilo».

La fiscal y las acusaciones ejercidas por la familia de la víctima y por la Generalitat pidieron al jurado que le declare culpable de asesinato porque «las pruebas son clarísimas» y la mujer no tuvo ninguna posibilidad de defenderse.