La Audiencia de Alicante ha confirmado la multa de 30 euros impuesta por un juez al repartidor de paquetería que agredió a un youtuber dedicado a las bromas con cámara oculta que le había llamado «caranchoa», un vídeo que se hizo viral en Internet.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso Efe, la Sección Primera de la institución judicial ha desestimado el recurso de apelación presentado por el youtuber conocido como MrGranbomba, contra la sentencia que dictó el pasado mes de marzo el titular del Juzgado de Instrucción 8 de Alicante.

El repartidor fue condenado entonces como autor de un delito de lesiones leves, aunque el juez rechazó que tuviera que indemnizar al youtuber por la bofetada que le propinó tras determinar que éste había asumido el «riesgo» de ser golpeado con su actitud provocadora y se había lucrado con posterioridad con el vídeo. La Sección Primera confirma que no sea indemnizado y califica esta agresión como «una infracción venial», un delito leve que tiene una «transcendencia penal mínima», aunque admite que el caso ha tenido «una enorme repercusión mediática».

«Evidentemente no se puede justificar, y no lo hace la sentencia, la respuesta a una ofensa verbal con una agresión, bofetada, pero la sentencia analiza la prueba practicada y se decanta críticamente por la versión del denunciado, que está trabajando en ese momento de repartidor y sometido al estrés propio de su trabajo», dice el juez que ha resuelto el recurso de apelación, José Antonio Durá.

Pensó que era un robo

A su juicio, «no es en absoluto descabellado» que el agresor, tal y como aceptó el juez de instrucción, pensara que no solo era objeto de una broma, sino que estaba sufriendo una maniobra de distracción para sustraerle la mercancía que llevaba. En este sentido, «es indiferente» que el youtuber llamara a su interlocutor una o dos veces «caranchoa», pues era «plenamente consciente y asumía como un riesgo de lo que efectuaba y de ahí el interés del público, porque se estaba jugando el físico, que un día le podían dar una bofetada».

Tras conocer la sentencia de apelación, el abogado del repartidor, Carlos Frigola, ha expresado su satisfacción por el hecho de que su cliente pueda «abonar la multa de 30 euros y seguir haciendo vida normal». Al mismo tiempo, ha reiterado su intención de llegar a un acuerdo con MrGranbomba que evite que el repartidor se querelle contra él «por vulneración del derecho al honor y por el resto de presuntos ilícitos que habrían sido advertidos durante la tramitación del proceso penal». Un juzgado de Primera Instancia de Alicante celebró recientemente un acto de conciliación previo a la interposición de esa querella que acabó sin acuerdo entre las partes.