Una operación antidroga internacional ha permitido desarticular una organización dedicada a la importación de cocaína desde Colombia camuflada en contenedores de chatarra, que eran enviados hasta Alcoy. La actuación, llevada a cabo por la Policía Nacional, de la Guardia Civil, funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Unidad Móvil de Europol, ha culminado con la detención de seis personas y la intervención de 308 kilogramos de estupefaciente. Los miembros de la red captaban a empresarios a los que convencían para transportar la droga en contenedores, camuflada entre la carga legal, llegando a ofrecer hasta un millón de euros si el traslado se realizaba con éxito, según han informado hoy desde la Comisaría Provincial de Alicante.

La operación tuvo su inicio a finales de 2015, momento en que los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización que se estaría dedicando a importar grandes cantidades de droga utilizando la cobertura de empresas importadoras y exportadoras de mercancías legales. Las pesquisas llevaron a los agentes hasta el líder de la organización, una persona que era especialmente cuidadosa en sus comunicaciones con el resto de miembros de la trama, para evitar ser detectado por la Policía. También se comprobó que mantenía contacto con ciudadanos colombianos que pretendían introducir cocaína en España y que se encargó de conseguir la infraestructura necesaria para llevar a cabo esta labor.

Contaba además con intermediarios y colaboradores cuya misión era reclutar a diferentes empresarios que proveyeran la cobertura legal necesaria para enmascarar la introducción de la droga en nuestro país, simulando una transacción comercial entre empresas. Una de las personas captadas por la red, también detenida en la operación, es un financiero al que llegaron a ofrecer un millón de euros si el envío se realizaba con éxito.

Doce contenedores de prueba

Una vez conseguida la infraestructura, la organización realizó, a modo de prueba, varias importaciones de chatarra en doce contenedores al objeto de estudiar los posibles inconvenientes que se podían encontrar en el futuro cuando transportaran droga camuflada en su interior. Cuando la organización consideró el momento oportuno, realizó un envío de cuatro contenedores de chatarra al Puerto de Algeciras, que posteriormente trasladaron al Polígono Almudeyne, de los Palacios y Villafranca (Sevilla), donde allí extraerían de los contenedores unas poleas de grandes dimensiones con la droga oculta en su interior.

Antes de que los autores trasladaran las poleas con la droga camuflada a su destino, a Alcoy, los agentes detuvieron a seis de los integrantes de la organización, interceptando el envío de la droga e interviniendo 260 paquetes de cocaína.

Al interceptar el envío, se descubrieron 260 paquetes de cocaína ocultos en doce poleas de acero, en cuyo filo exterior existía una cámara, con una capacidad de 20 o 23 fardos por polea, recubierta de plomo para que la droga no fuera detectada mediante escáner. Paralelamente, los policías procedieron a la detención de seis miembros de este grupo, entre ellos el líder de la organización y la persona encargada de captar empresarios para darle cobertura legal a los envíos del estupefaciente. El total de la droga intervenida asciende a 308 kilogramos de cocaína.