El proceso por los incidentes registrados durante la ceremonia por la llegada del AVE a Alicante ha quedado cerrado con la condena por agredir a un policía al pago de una multa de 540 euros a cuatro de los siete acusados, según la sentencia de un juzgado de lo Penal hecha pública ayer. El fallo no es firme y contra él cabe recurso ante la Audiencia Provincial.

A los acusados se les imputaban delitos de desórdenes públicos, atentado a la autoridad, lesiones y daños durante la mañana del 17 de junio de 2o13. La Fiscalía reclamaba inicialmente penas que oscilaban entre los dos y los cinco años de cárcel para los imputados por intentar bloquear con piedras la salida del aparcamiento, por la agresión a un agente y por lanzar piedras contra los vehículos policiales, petición que redujo a penas de entre año y medio y tres años en la última sesión de la vista oral.

El único hecho por el que condena al juez es por la paliza a un agente de la Policía Nacional entre cuatro de los acusados. Sin embargo, el fallo señala que «la actuación de este funcionario constituyó una extralimitación en sus funciones» por lo que la agresión que sufrió «no puede dar lugar a un delito de atentado». La sentencia declara probado que el inspector se aproximó por detrás a un grupo de personas que portaba una pancarta y golpeó con su defensa reglamentaria a dos de ellas en la cabeza. Una de las acusadas, agredió al inspector con el mástil de una bandera que llevaba en la mano, mientras que otros tres empezaron a lanzarle patadas. El funcionario sufrió lesiones que tardaron 45 días en curar y le tuvieron de baja. Otros compañeros tuvieron que acudir a socorrer al inspector que estaba siendo atacado.

El juez considera que se trató de una agresión conjunta entre los cuatro, con independencia de quién causara el golpe que provocó las lesiones del funcionario. Asimismo aplica dos atenuantes. Una por reparación del daño, ya que los acusados pagaron el dinero de la indemnización antes del juicio; y otra por dilaciones indebidas. El juez no considera probado que participara en los hechos el dirigente CC OO acusado de la agresión al inspector.

«Concentración pacífica»

El magistrado asegura en la sentencia que había sido convocada una concentración por diversos colectivos frente a la estación de Renfe, aprovechando la presencia de autoridades en Alicante, para hacer patentes sus reivindicaciones. Entre las autoridades que ese día estaban en la terminal se encontraban el presidente del Gobierno Mariano Rajoy y el entonces Príncipe Felipe y actual Rey de España. El magistrado considera probado en la sentencia que la concentración en general discurrió «de manera pacífica» salvo algún incidente.

Además de la agresión al policía, el juez señala en la sentencia que dichos incidentes fueron los intentos por obstruir con piedras la salida del aparcamiento de la estación que fueron retiradas por la Policía sin más enfrentamientos, así como el lanzamiento de piedras contra un vehículo policial y un empujón leve a otro agente.

Para el juez se tratan de hechos que no alcanzan entidad para ser constituir un delito de desórdenes públicos como planteaban las acusaciones. En este sentido, señalaron que constituirían una falta en el antiguo Código Penal y que tras su reforma han quedado despenalizadas y han pasado a sancionarse desde la vía administrativa, por lo que absuelve a tres de los acusados de todos los delitos que se le imputaban. Para el juicio se había formado una plataforma bautizada como los siete del Ave, que reclamaba la absolución de todos los acusados y celebraron concentraciones frente al Palacio de Justicia.