Las prisas son malas consejeras y si no que se lo digan a una presunta ladrona de 31 años que fue sorprendida robando en un casa y en la huida se cortó y dejó un reguero de sangre que facilitó a la Policía Nacional su localización para detenerla.

Los hechos se produjeron durante la madrugada del pasado lunes. La sala del 091 de la Policía Nacional recibió una llamada alertando de un posible asalto a una vivienda de la zona norte de Alicante. El dueño de la vivienda sorprendió a una intrusa en su domicilio y al verle la ladrona huyó del lugar saltando la pared de la terraza.

La víctima trató de seguir a la ladrona mientras alertaba a la Policía del asalto. Cuando llegaron los agentes al lugar observaron un rastro de sangre que resultó ser de las lesiones que sufrió la asaltante al romper el cristal de una puerta que daba acceso a un portal.

La ladrona trató de esconderse de los policías pero los agentes siguieron el rastro de sangre hasta un cuarto de limpieza situado en el sótano del edificio. Allí terminaba el reguero y, por si fueran pocos indicios, detectaron que el bombín de la cerradura de la puerta estaba forzado, por lo que accedieron y allí encontraron escondida a una mujer. La detenida tenía cortes en los brazos producidos por el cristal de la puerta que rompió.

Monedero

La Policía comprobó a continuación que la sospechosa portaba un monedero con dinero sustraído de la vivienda asaltada, por lo que procedió a su detención por un delito de robo con fuerza en las cosas.

La intervención fue realizada por agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Alicante. La Comisaría Provincial tiene establecido un dispositivo de prevención de robos en viviendas y aumenta las patrullas por la noche.