Dos intervenciones realizadas por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil han permitido intervenir en Alicante y La Vila Joiosa tres piezas de pez espada caducado que se vendía como fresco, tres atunes de procedencia ilegal y 40 kilos de pescado inmaduro, según informó ayer la Comandancia.

Las incautaciones realizadas por el Seprona se llevaron a cabo durante una de las inspecciones que realizan de forma aleatoria y de madrugada en los diferentes establecimientos mayoristas que se dedican a segundas ventas de productos pesqueros frescos y congelados de Alicante.

En un establecimiento de Alicante detectaron que había tres ejemplares de pez espada que estaban expuestos para la venta a detallistas. Al revisar el etiquetado comprobaron que la fecha de caducidad estaba vencida y las piezas expuestas procedían de una captura inicial de diez ejemplares que había sido pescados en el Atlántico portugués.

El Seprona inspeccionó otro establecimiento en Alicante donde localizó tres ejemplares de atún rojo eviscerados que pesaban unos 150 kilos y carecían del correspondiente precinto y etiquetado, así como de cualquier documento internacional que acreditara su captura ilegal.

Según la Guardia Civil, estos atunes proceden de capturas ilegales de buques que faenan en el mar Mediterráneo y los descargan de forma clandestina para introducirlos en el mercado. El Seprona levantó acta al establecimiento y entregó los atunes a centros benéficos de Alicante para su aprovechamiento. Las tres piezas habrían alcanzado un precio de venta superior a los 5.000 euros.

Este tipo de infracciones puede conllevar una sanción de hasta 60.000 euros e incluso un delito relativo a la protección de la fauna por su captura y comercialización sin autorización para ello, según señala la Comandancia de Alicante, quien destaca que lo más importante en este caso es el riesgo que supone para el consumidor que las capturas se realicen de forma ilegal y tratando de evitar cualquier control de las autoridades.

En otra intervención realizada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Alicante fue interceptada al salir de la lonja de La Vila Joiosa una furgoneta que transportaba 40 kilos de pescado inmaduro y de talla legal que carecía de documentación que amparara su procedencia legal. El pescado iba a ser vendido en una pescadería de El Campello, establecimiento que también ha sido denunciado por los agentes. La mercancía fue entregada con fines sociales al Centro Municipal de Santa Marta de La Vila Joiosa.