Conducía un microbús que regresaba a Ciudad Real de una despedida de soltero en Benidorm con una tasa de alcohol que quintuplicaba el máximo permitido. La Guardia Civil arrestó hace unos días en la AP-7, en el término municipal de Agost, a un hombre de 43 años que conducía este vehículo por un presunto delito contra la seguridad vial, tras ser alertada por los propios pasajeros, según informó ayer la Comandancia de Alicante.

Agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Alicante recibieron una llamada realizada desde una estación de servicio situada en la AP-7, a la altura de Agost, realizada por los propios pasajeros de un microbús. El vehículo había sido contratado, con conductor, por 11 personas que se habían desplazado a Benidorm, para celebrar una despedida de soltero. Se encontraban de regreso a su localidad de residencia, en la provincia de Ciudad Real, cuando se percataron de que el conductor parecía estar bajo los efectos del alcohol, por lo que le obligaron a detener el vehículo en el área de servicio.

Una vez allí, solicitaron la intervención de los agentes del Subsector de Tráfico con una llamada al 062, avisando de la situación del conductor. La realización de la prueba de alcoholemia por parte del Equipo de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico no hizo más que confirmar sus sospechas, ya que el conductor arrojó un resultado de 0.75 mg/l de alcohol en aire espirado. Una tasa hasta cinco veces más alta de lo permitido para conductores profesionales.

El conductor del vehículo, un español de 43 años, fue detenido como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, por conducir un vehículo superando la tasa máxima de alcohol en sangre permitida. La empresa propietaria del vehículo envió a un segundo conductor que se encargó de llevar a los 11 amigos, entre ellos el novio, que pudo acudir a su boda sin más consecuencias que un susto que no olvidará.