La Audiencia de Alicante ha confirmado la condena al joven que dejó tuerto y sordo al loro de su vecina tras rociarlo con sosa cáustica, según el fallo al que ha tenido acceso este diario. Un juzgado de Alicante le impuso tres meses de cárcel por un delito de maltrato animal, resolución que ha respaldado la Audiencia al considerar «sólidos» los indicios en los que se basó la magistrada para condenarle.

Los hechos ocurrieron en Alicante el 13 de agosto de 2011, según declara probado el fallo, cuando el acusado roció desde la ventana de su casa con sosa caústica al loro de su vecina, en la vivienda colindante, molesto con los ruidos que hacía el ave. Además de quedar tuerto y sordo por el ataque, el loro padece un estado de estrés continuo, ansiedad y reacciones agresivas como forma de respuesta ante otro posible ataque.

La Audiencia señala que, aunque nadie vio al acusado lanzar ningún líquido sobre el loro, el ave presentaba evidentes síntomas de haber sido atacado con un líquido corrosivo. El fallo señala que el propio acusado había admitido que estaba molesto con el animal y que le echó agua con un pulverizador en un momento de rabia. El fallo descartaba que el líquido se arrojara desde otros pisos por la trayectoria de las manchas.