Una pareja acusada de apropiarse de más de 52.000 euros de las cuentas del hombre que cuidaba ella en Alicante y que apareció estrangulado en su domicilio de la calle Ollería en septiembre de 2015 negaron ayer en el juicio haberle quitado dicho dinero a la víctima durante un periodo de dos años. Además del delito de apropiación indebida, por el que el fiscal pide a cada acusado tres años y seis meses de cárcel, el ministerio público pide otros 14 años para el hombre por el homicidio. Ninguno de los acusados quiso responder a las preguntas del fiscal y se limitaron a responder sólo a las de sus respectivos abogados. La vista oral continuará hoy y mañana en la Audiencia de Alicante.

La Fiscalía sostiene que el homicidio se produjo en el domicilio de la víctima durante una pelea originada la madrugada del 5 de septiembre al sospechar que se estaban apropiando de su dinero. La acusada llevaba una década trabajando como empleada de hogar para la víctima y además de realizar labores de limpieza hacía la compra, cocinaba y también le sacaba dinero porque estaba autorizada para ello en las dos cuentas bancarias del fallecido.

78 extracciones

La cuidadora acusada negó ayer haberse apropiado del dinero durante los dos años como afirma la Fiscalía y sobre los 3.000 euros que sacó dos días después de fallecer el hombre alegó al tribunal que era «un regalo, él me dijo que me los iba a dar». En cuanto a las 78 extracciones de dinero realizadas durante 2014 y 2015, la procesada explicó, a preguntas de su abogado, que ella sacaba el dinero y hacía transferencias, pero «él siempre llamaba primero al banco para avisar que iba a ir y luego yo le entregaba el dinero».

El fallecido tenía problemas de movilidad y, según su empleada de hogar, «pesaba mucho y se ahogaba, pero podía andar». Su pareja también negó ayer haberse lucrado del dinero del hombre estrangulado y en su escueta declaración únicamente se limitó a explicar que la Policía fue a su casa para que declarase como testigo y al finalizar fue detenido. Asimismo, indicó que los agentes le instaron a cambiar algunas palabras de su testimonio.

La investigación del crimen se inició dos días después de descubrirse el cadáver porque inicialmente el forense se inclinó por una muerte no violenta. Sin embargo, la autopsia desveló que fue estrangulado.

El inspector responsable de la investigación policial explicó ayer al tribunal que el acusado del crimen, cuando compareció como testigo, dijo que le había practicado unas maniobras de reanimación a la víctima y luego se descubrió que las lesiones eran anteriores a la muerte. Asimismo, manifestó que el acusado declaró que se fue temprano del domicilio del fallecido y que se acostó, pero el estudio de su móvil le sitúa en la escena del crimen mucho más tarde de lo que dijo y refleja muchas comunicaciones con su pareja.

Al inicio de la vista oral el abogado del presunto homicida pidió al tribunal la nulidad de la declaración prestada como testigo por el ahora acusado al considerar que se han vulnerado derechos fundamentales.