Cinco de las 102 detenciones realizadas por la Guardia Civil en 38 provincias en una macrooperación contra la tenencia y distribución de pornografía infantil se llevaron a cabo en la de Alicante y una de las personas detenidas es un monitor de natación. Los 450.000 archivos incautados son vídeos y fotogramas de abusos sexuales a menores, desde bebés hasta niños de 14 años.

Entre los detenidos se encuentra un monitor de natación de la provincia de Alicante, según detallaron ayer en rueda de prensa los responsables de la operación «Pilumnus», el dios protector de los niños en la mitología romana.

En la operación han intervenido 36 unidades de Policía Judicial de las distintas comandancias, con la participación de 136 agentes especializados en delitos tecnológicos y en protección de menores y otros 200 más de apoyo.

En algunos de los archivos intervenidos en los 92 registros domiciliarios se han apreciado escenas de elevado contenido de violencia sexual sobre los menores y, de momento, ya han sido identificadas diez víctimas de estos abusos, ocho de ellas de una misma localidad de Baleares y dos que fueron grabadas en Canarias cuando se encontraban de vacaciones, que son residentes en Madrid y Burgos.

Mil terabites

Las imágenes, que ocupan mil terabites, son de extrema crueldad en muchos casos, hasta el punto de que se han intervenido archivos en los que se observa cómo se obligaba a niños de muy corta edad a practicar sexo con animales.

Del total de detenidos, solo tres han ingresado de momento en prisión, aunque no se descarta que puedan ir a la cárcel alguno más cuando se concluya el análisis de todo lo incautado.

La operación ha sido desarrollada en Alicante (5), Almería, Barcelona, Bilbao, Burgos, A Coruña, Algeciras, Cádiz, Ceuta, Córdoba, Castellón (2), Granada, Huelva, Huesca, las islas Baleares, Jaén, León, Logroño, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Oviedo, Pontevedra, Santander, Salamanca, Sevilla, San Sebastián, Tarragona, Tenerife, Toledo, Valencia (6) y Valladolid.

Andalucía y Cataluña han sido las comunidades con mayor número de detenidos, con 24 y 21, respectivamente, en una operación coordinada con más de 100 juzgados de instrucción y en la que ha comprobado que los detenidos eran consumidores y distribuidores de pornografía y abusos, salvo cuatro que la producían.

El coronel de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, Antonio Cortés; la comandante Alicia Vicente; el sargento Pedro Corrales y el capitán Carlos Igual ofrecieron ayer algunos detalles de esta operación, en la que se han intervenido 408 discos duros, 67 dispositivos USB, 40 ordenadores portátiles, 9 CPU, 1.700 DVD y tarjetas de memoria, entre otros efectos.

Sin perfil definido

No existe un perfil definido entre los detenidos, con edades que oscilan entre los 21 años y más de 60. Además, los arrestados son de todo tipo de clase social y preparación académica. Lo preocupante, afirmaron los investigadores, es que algunos de ellos tenían contacto profesional con niños, como un monitor de natación o un universitario que daba clases particulares a menores.

Muchos sufren trastornos de pedofilia y lo peor, añadieron, es que llegan a normalizar algo que la mayoría de las personas consideran aberrante. «Ese es el peligro», subrayó el capitán.

Durante la operación, los agentes se han llegado a encontrar con detenidos que les reconocieron que sienten «un impulso irrefrenable».

Incluso uno de ellos, detenido en Barcelona con más de 50.000 archivos explícitos y extrema violencia y crueldad, dijo a los agentes durante el registro de su domicilio que se consideraba un enfermo y que «no podía parar de consumir».

Sin entrar en muchos detalles por las características del propio asunto, los agentes explicaron que por lo incautado a uno de los detenidos, que estaba siendo investigado por agresión a menores, se ha podido identificar a ocho víctimas de una misma localidad balear. El arrestado realizaba su propio material.

Otro de los detenidos grababa a menores en un hotel de Canarias cuando estaban en bikini o con solo una pieza del traje de baño y enfocaba a sus partes íntimas. Por lo incautado a esta persona se ha identificado a las citadas víctimas de Burgos y Madrid.

En Tenerife ha sido arrestada otra persona con 1.300 archivos de niños latinos y de Filipinas; en Alicante a un monitor de natación, en otra localidad otra que además se exhibía en parques y puertas de colegios (ya en prisión) y en Cádiz a un padre y un hijo que tenían por separado ordenadores con contenidos pedófilos.

Con ellos vivía otro hijo de 10 años, por lo que la Guardia Civil dio parte a la Fiscalía de Menores para que se tomen medidas de protección.

En Murcia fue localizado un universitario que daba clases particulares a menores y en Granada otro con vídeos de niños de corta edad obligados a practicar sexo con animales.