El presunto desvío de fondos que recibía la Real Federación Española de Taekwondo (RFET) del Consejo Superior de Deportes (CSD) para el programa Mujer y Deporte es analizado por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía en el último aportado al juez que investiga a la cúpula directiva por fraude e incluye extractos de conversaciones intervenidas que desvelan presuntas artimañas para destinar a otros fines las subvenciones públicas.

La UDEF asegura que no se ha localizado un mínimo de información que acredite la celebración de jornadas específicas vinculadas a Mujer y Deporte durante 2010, año en que la ayuda fue de 10.000 euros, y recuerda que en varias conversaciones intervenidas se refleja la dificultad que tenía la RFET para justificar la subvención de Mujer y Deporte del CSD. En una de ellas, el presidente de la Federación, Jesús Castellanos, plantea repartir 2.000 euros que sobran de este programa para no tener que devolverlos al CSD. Además de las llamadas intervenidas, la Policía indica que hay correos electrónicos que evidencian el uso fraudulento de esta subvención. Uno lo remite el gerente-tesorero, Miguel Pérez Otín, y señala que es urgente hacer los cuatro pagos de 500 euros de los 2.000 euros pendientes de Mujer y Deporte.

La RFET recibió en 2009 otros 10.000 euros para este programa y la situación fue similar, según la Policía. Destaca la UDEF que se presentó como gasto una factura de 3.000 euros emitida por el secretario en concepto de material audiovisual para la jornada Mujer y Deporte y resulta «cuanto menos llamativo» que se aporte en el mismo programa una factura de 5.200 euros de una empresa por material gráfico y promoción. Estas dos facturas suponen más del 80% de subvención en 2009 y «ambas están vinculadas a un concepto muy similar», afirma el informe.

En este sentido, una exempleada de la Federación cuestiona el trabajo del secretario, José María Pujadas, ya que acudía a los campeonatos para hacer fotografías y la RFET contrataba a un fotógrafo específicamente para ese cometido.

El informe analiza asimismo las dietas cobradas por tres entrenadores durante un stage de verano en 2010. Señala la Policía que la expresidenta de la Federación Gallega, Mercedes Barrientos, declaró que estos tres entrenadores recibieron indemnizaciones por desplazamiento como si hubiesen dado conferencias sobre Mujer y Deporte, pero según el plan de trabajo remitido por la Federación Española no dieron ninguna charla referida a dicho programa.

La Policía destaca que el mayor gasto de este programa se refiere a facturas del secretario de la RFET, José María Pujadas, por 4.500 euros y apunta que el propio Consejo Superior de Deportes cuestionó la calidad de un vídeo promocional «puesto que es un montaje con diversas fotografías».

Por otro lado, sostiene la Policía que el sistema para incrementar el sueldo de los investigados consistía en la justificación de dietas en actuaciones concretas, como las diferentes competiciones que se celebran cada año. Las intervenciones telefónicas, añade la Policía, reflejan esta dinámica de cobro de dietas y en algunas llamadas se referían a los problemas económicos personales de José María Pujadas y cómo solucionarlo mediante la justificación de dietas ficticias.

En una llamada aparece Jesús Castellanos hablando con el gerente-tesorero y le dice que «lo que no puede ser es que esos 600 euros que le estamos pagando de más sea el salvamento de su mujer». En otra conversación, el secretario de la Federación admite que recibe una «paga encubierta» de unos 600 euros todos los meses en concepto de dietas si contar los campeonatos.

La UDEF se detiene en su informe a revisar las dietas percibidas por Pujadas como secretario general de la Federación Española de Taekwondo y precisa que la RFET «estaría justificando un sueldo encubierto durante los años anteriores a 2013 con facturas emitidas por José María Pujadas, presentadas ante el CSD como gastos indirectos». A partir de 2013, cuando se le hace contrato, «deja de percibir cantidades económicas asignadas a los gastos indirectos, salvo en 2015, si bien una cuantía mínima con respecto a lo observado en años previos a 2013».