De «alto riesgo». Así calificaron ayer, desde Servicio de Prevención Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS), el operativo de rescate de la niña de 5 años que estaba colgada de un ventanal de un séptimo piso en la plaza de los Luceros la noche del pasado miércoles. Apenas doce horas después del rescate, el sargento de los Bomberos de Alicante Adrián García explicó los detalles de una actuación que terminó con un final feliz, pero que se vivió con máxima tensión por estar en peligro la vida de una menor de apenas 5 años de edad. «La niña se despertó, se asustó al verse sola en casa [su madre había salido a un gimnasio de la calle Gerona], vio que la puerta estaba cerrada y eligió la ventana para escapar a la calle», explicó ayer el sargento, en una comparecencia pública acompañado por el concejal de Seguridad, Fernando Marcos. También estuvo el jefe del del Servicio de Extinción y Prevención de Incendios, Eduardo Aragolaza.

El suceso se registró sobre las 22.15 horas del miércoles cuando unos ciudadanos descubrieron a la niña con el cuerpo fuera del ventanal, en el séptimo piso del número 13 de un piso en la céntrica plaza de Luceros de Alicante. «La niña estaba enganchada con el brazo en la cristalera, el cuerpo lo tenía fuera y había apoyado el borde de su pie, que estaba descalzo, en solo un centímetro [en referencia a un pequeño resalte situado en la parte inferior de la ventana que daba a la calle]», continuó ayer su explicación el sargento de los Bomberos, quien concretó que la menor se encontraba a unos 21 metros de altura, en una situación límite y descartó que estuviera «sonámbula».

Pese al evidente peligro que corrió la vida de la niña al salirse por propia voluntad al exterior de la vivienda y quedarse colgando de un ventanal, los Bomberos encontraron a la niña «tranquila». «Estaba muy bien, creo que sólo fue consciente de lo que estaba pasando cuando vio los rotativos [las luces] de los coches patrullas llegando a Luceros», prosiguió el sargento de un Servicio de Prevención Extinción de Incendios y Salvamento que tardó, según su relato, «menos de un minuto» en llegar desde el parque de Bomberos de Jaime II a Luceros. Eso sí, desconocen el tiempo que pasó la menor colgada con todo el cuerpo fuera hasta ser rescatada. «Cuando llegamos a Luceros nos encontramos con unos vecinos con una sábana, otros tirando colchones de dormir para el suelo y muchos mirando», destacó el bombero encargado de relatar el operativo, quien subrayó que, «con el peso de la niña y la altura, si cae y golpea a alguien mueren los dos». Por eso, el bombero resaltó que, en estos casos, resulta más conveniente transmitir «tranquilidad» que poner colchones, sábanas o los propios brazos porque pueden invitar a saltar al «atrapado», en este caso, la niña de solo 5 años.

El rescate, explicó ayer el sargento Adrián García, se inició colocando un gran colchón de los Bomberos en el suelo para amortiguar la posible caída de la menor desde una altura de 21 metros de altura, al tiempo que otro equipo intentaba entrar a la vivienda por la puerta, un intento frustrado ya que era blindada. Finalmente, dos bomberos accedieron hasta la menor a través de una escalera exterior desplegada desde un camión del servicio de rescate «siguiendo la fachada para que si caía pudiese caer sobre la cesta».