La Audiencia de Alicante ha condenado a penas que suman doce años de prisión a un hombre por propinar una paliza y agredir sexualmente a su pareja en Novelda, según el fallo al que ha tenido acceso este diario. La sentencia considera probado que la víctima había quedado el 25 de junio de 2015 con su entonces compañero sentimental en un pub de ese municipio para romper la relación.

El acusado, Antonio Javier C.C., y la mujer se marcharon en el coche de él a sus respectivos domicilios, pero el hombre paró el vehículo en un camino rural e intentó mantener relaciones sexuales con ella.

Según el fallo de la Sección Primera de la Audiencia de Alicante, la víctima se negó y el acusado comenzó a golpearla mientras le gritaba «guarra» y «puta», y consiguió introducirle los dedos en la vagina.

Luego trató de mantener sexo oral con la mujer, pero ésta logró zafarse de su agresor y salió corriendo del coche.

Antonio Javier C.C., tal y como se recoge en la resolución judicial, salió en su persecución y, tras alcanzarla, la tiró al suelo de un empujón y empezó a darle patadas y puñetazos en todo el cuerpo.

La víctima quedó semiinconsciente en el suelo, momento en que él se dio cuenta de la violencia que había empleado contra la mujer, le dijo «nena, cómo te he puesto» y la llevó al servicio de urgencias de un centro de salud del municipio alicantino de Aspe con la advertencia de que tenía que contar a los médicos que sus lesiones se debían a una caída.

La agredida sufrió múltiples contusiones y fracturas en dos dientes y la clavícula, entre otras lesiones, por lo que tuvo que permanecer hospitalizada tres días.

Además, padece desde entonces un cuadro clínico compatible con un trastorno de estrés postraumático con sintomatología depresiva.

Aunque los magistrados han absuelto al procesado de otros delitos de violación y un maltrato psicológico, le consideran autor de unas lesiones y una agresión sexual en el ámbito de la violencia machista.

El acusado ha sido condenado a tres años de cárcel por el primer delito y a nueve por el segundo, y deberá indemnizar a su expareja con 19.600 euros. El fallo le impone una orden de alejamiento por la que no podrá acercarse a su víctima durante los próximos once años.