La Audiencia Provincial de Madrid ha dictado una orden de busca y captura contra la madre acusada de raptar a su hija, encerrarla en una casa, pegarle y obligarle a comer heces en un descampado al no haberse presentado al juicio.

Marcela P. está acusada junto a Marius P., padrastro de la víctima, de dos delitos de detención ilegal, malos tratos en el ámbito familiar y delito contra la integridad moral.

La mujer, para quien la Fiscalía pide 12 años y 6 meses de prisión, no ha acudido a la vista oral que se ha celebrado ante la Sección Quinta de la Audiencia de Madrid al estar en rebeldía, por lo que se ha decretado una orden de búsqueda y captura, según han informado a Efe fuentes jurídicas.

Quien sí ha estado presente es el padrastro de la menor que ha llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía al considerar que su participación en los hechos es de "menor entidad al tratarse de un cómplice". Por ello, el fiscal ha rebajado la pena de cinco a dos años de prisión, han añadido las fuentes.

El informe del fiscal detalla que a principios de diciembre de 2015 el acusado se valió de un hermano de la víctima para conseguir que ésta se subiera en un coche que conducía el padrastro de la chica, donde fue introducida a la fuerza y contra su voluntad.

Escapó tras tres días encerrada

La joven, que ignoraba donde la llevaban, fue trasladada a una casa de Getafe en la que estaba su madre y encerrada con llave en una habitación.

Tres días después logró escapar de sus captores y denunciar los hechos, según el relato del fiscal.

Meses después, el 14 de abril de 2016, la víctima estaba en el centro de acogida Torremocha del Jarama, en la localidad madrileña de Torrelaguna, y, tras contactar con su madre por internet, quedó con ella en una parada de autobús de esta localidad.

Pero una vez que se hubieron reunido fue obligada nuevamente a subirse al vehículo que conducía el acusado, y trasladada a un descampado contra su voluntad.

Allí se bajaron todos del vehículo y le recriminaron que les hubiera denunciado por el anterior encierro.

El acusado le dio una bofetada y una patada, haciendo que la joven cayese a un charco, y sus agresores la obligaron a coger heces del suelo y a comérselas, diciéndole: "¡No hables; coges la caca y te la comes!.

Todo ello fue presenciado por la madre de la menor, que no hizo nada para impedir la agresión, subraya la Fiscalía.