A falta de la prueba científica, la que aportará el ADN, ni para la Guardia Civil ni para la propia familia existen ya apenas dudas de que el cadáver hallado el sábado en un terraplén de monte raso cerca del Alto da Peniza de Baiona, en Galicia, es el de Iván Durán, el vigués de 30 años desaparecido el pasado agosto tras ausentarse de su casa de veraneo de esta localidad del Val Miñor. El hallazgo de pertenencias personales y otros indicios topados en la zona apuntan a que es este joven. Y sobre las circunstancias de la muerte, la hipótesis de la Guardia Civil, que ve reforzada con las nuevas evidencias, es que se quitó la vida.

Además de la nota de suicidio, junto al cuerpo había un arma corta, una pistola del calibre 6,35, con una vaina percutida dentro que demuestra que se realizó un disparo. Aunque la autopsia practicada ayer no dio todas las respuestas dado el estado de descomposición del cadáver -se harán pruebas forenses complementarias-, sí confirmó que presentaba un tiro en la cabeza con orificio de entrada y salida. Y se encontró otro casquillo en el monte, revelador de que hubo otro disparo. A la espera de indagar en ello, algunos escenarios que se podrían manejar es que el fallecido hizo un tiro de prueba para ver si el arma funcionaba o que esta se le accionó de forma accidental antes del segundo disparo.

Tras hallarse el cadáver y las primeras pistas el sábado, ayer la Guardia Civil, con la colaboración de la Policía Local de Baiona y operarios municipales, desplegó en la zona un amplio dispositivo durante horas para realizar una minuciosa inspección. Sobre la identidad del fallecido, dado el estado de descomposición que presentaba, ya se remitieron a Madrid las muestras tanto del cuerpo como las recogidas en su día a los familiares de Iván Durán para certificar al 100% que se trata de él a través del ADN. Habrá que esperar todavía unos días, tal y como le confirmaron también en el juzgado de guardia de Vigo a los padres y la hermana del joven. Pero las pruebas recabadas por los agentes del Instituto Armado apuntan ya en una sola dirección, y esa es que el fallecido es Iván.

Además de la nota manuscrita de suicidio que se localizó en una cartera en el pantalón de la persona fallecida -con la misma caligrafía o muy parecida a la de la nota que el joven dejó también en su casa de Baiona cuando desapareció el 25 de agosto del pasado año-, los agentes encontraron cerca del cadáver la mochila de Iván, que contenía una bala sin usar del mismo calibre que la pistola hallada. También aparecieron sus gafas. Los restos de vestimenta que tenía el cadáver se corresponden asimismo con la ropa que llevaba puesta el vigués cuando se le perdió la pista hace seis meses.