Youssef Belhadj ya está en la calle pero el otro autor intelectual de los atentados de los trenes de Atocha, Hassan El Haski, siguen en la cárcel de Villena. Y allí permanecerá dos años más si no es trasladado antes a otro centro porque fue condenado a 14 años, dos más que el ideólogo de la matanza que ahora ya anda libre.

El Haski fue detenido en Lanzarote el 17 de diciembre de 2004 por orden de los entonces jueces de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y Juan del Olmo. El acusado demostró, desde el primer momento, tener un gran conocimiento de los atentados. De hecho, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado lo consideraban el presunto jefe en España del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (CICM) y su hermano Lahoussine también fue condenado en Bélgica por delitos de terrorismo.

Hassan El Haski, al igual que El Egipcio y Youssef Belhadj, se enfrentaba a una petición de 38.952 años de cárcel, aunque finalmente la condena quedó reducida a 14 años. En un primer momento la Audiencia Nacional le impuso 15 años de privación de libertad por integración en banda armada. Sin embargo el Tribunal Supremo, al resolver en julio de 2008 los recursos de casación presentados por los procesados, rebajó esa pena a 14 años al considerar que era el límite temporal para dicho delito establecido en el Código Penal.

Durante el juicio El Haski negó conocer a las principales personas vinculadas con los atentados, así como pertenecer a grupo terrorista alguno: «No tengo ninguna relación con el GICM porque no existe. Es una invención. Ese grupo no existe». También condenó lo ocurrido: «es un crimen, quién puede aceptar atentar contra inocentes, no lo acepto», señaló en su declaración ante el tribunal. En una celda individual de aislamiento y sin disfrutar de ningún permiso carcelario. Así permanece el otro cerebro del 11-M encarcelado en España. Y así seguirá hasta el año 2019.