La Fiscalía planteó ayer que la presunta negligencia en un parto por la que se han sentado en el banquillo seis médicos y un enfermero del Hospital General de Alicante podría haber prescrito, según informaron fuentes cercanas al caso. El juicio quedó ayer visto para sentencia en el juzgado de lo Penal número cinco de Alicante en una larga jornada en la que declararon los testigos y peritos del caso. Tanto las acusaciones como las defensas mantuvieron ayer sus conclusiones al término del juicio. La fiscal les acusa a de una falta de lesiones por imprudencia por la que pide una multa de diez días a razón de diez euros diarios (200 euros) así como una indemnización de 124.000 euros para los padres de la niña por los daños morales. Sin embargo, como los hechos ocurrieron el 28 de febrero de 2007, la representante del Ministerio Público planteó que podría haber prescrito, aunque mantuvo la acusación.

La niña nació con graves secuelas neurológicas como consecuencia de una infección durante el parto. La acusación particular, que ejerce el abogado Bernardo del Rosal, plantea que la mujer fue atendida con retraso de horas a pesar de que había síntomas que deberían haber provocado una reacción inmediata de los médicos, por lo que les acusa de un delito de lesiones al feto por los que reclama cinco meses de prisión, dos años de inhabilitación y una indemnización de 910.190 euros. Los médicos han defendido durante el juicio su actuación profesional y asegurado que se actuó conforme a lo que marcan los protocolos, sin que hubiera manera de anticipar las posteriores complicaciones del parto. Sus abogados mantienen que no hay delito y piden la absolución.