«Inexplicable». Los vecinos del matrimonio matrimonio que el sábado murió junto con su hija de 12 años al precipitarse sobre ellos más de una tonelada de ropa ropa y calzado mientras dormían en Alicante no daban crédito ayer a lo sucedido. El dolor y conmoción por el trágico suceso que se ha llevado la vida de Fani, su marido y su niña pequeña se entremezclaban ayer con la pregunta que todos se hacen: ¿Cómo es posible morir así?

Josefa vive con su pareja Pedro y su hijo Miguel, en el bloque C del 141 de la avenida de Alcoy, en el primero derecha, puerta con puerta con la familia fallecida desde hace más de una década, y los tres no encuentran explicación a la tragedia. Aunque hacía tiempo que no entraban en la casa, sabían que almacenaban cajas y bolsas de ropa que se veían en el salón, estancia a la que da directamente la puerta de la pequeña casa. Contaron ayer que las cajas las almacenaban durante todo el año para llevarlas en ferry en verano a Argelia o Marruecos, cuando iban a ver a sus familiares del Magreb y pasar allí las vacaciones. Y vivieron en primera persona el descubrimiento de lo ocurrido y la angustiosa actuación de la Policía Nacional, bomberos y forense.

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Recuerdan que pasadas las 15.00 empezaron a oir llantos. Pensaban que quizá era alguna amiga de la hija de 18 años, pero finalmente se asomaron y vieron a varios familiares muy alterados, que rechazaron su ofrecimiento de ayuda aunque desconocían lo ocurrido. Después vieron llegar a dos agentes de la Policía Nacional, que «casi tiran abajo nuestra puerta. Querían poder dejar en nuestra casa a los heridos para atenderlos, ya que no había sitio en la otra vivienda de tanta ropa acumulada, pero después se dieron cuenta al sacar a la niña de que estaban muertos. Los policías estaban muy afectados, y nosotros también, estamos hundidos. Eran muy buena gente los cuatro. Llevaban viviendo aquí más de 10 años y nunca habían dado problema alguno», relataron.

La hija mayor, de 18 años, fue la que descubrió lo ocurrido al levantarse de la cama y dio la voz de alarma. Estaba «completamente destrozada».

Después intervinieron los bomberos, a quienes la Policía Nacional tuvo que pedir ayuda para retirar la ingente cantidad de ropa y calzado que había. Era imposible acceder a la habitación ante el desmoronamiento de cientos de kilos de cajas de prendas nuevas y seminuevas, y el peligro de que se precipitaran más y comprometieran la integridad de los agentes, que sólo pudieron sacar a la niña. Intentaron reanimarla sin éxito, pero todo apunta a que llevaba más de cuatro horas muerta.

Sin espacio para la camilla

Tal era la acumulación de ropa en la casa, tanto apilada como en estanterías, que las primeras pruebas practicadas por la forense a los cadáveres se hicieron en el estrechísimo rellano de la escalera del primer piso, ya que no podía entrar la camilla en la vivienda porque no había espacio en el salón ni en las habitaciones. Al parecer, según los vecinos, la pequeña podía tener alguna costilla rota por las pruebas que le realizaron, aunque la principal hipótesis de la Policía Nacional, que investiga lo sucedido, es que murieran asfixiados, dado el «rigor mortis» que presentaban los tres.

Pasadas las 18.15 horas se procedió al levantamiento de los cadáveres, y la Policía Científica estuvo casi una hora fotografiando la vivienda y recogiendo pruebas para aclarar lo ocurrido.

Lo que no se explican estos vecinos es cómo ha podido suceder. Aseguran que la niña de 12 años dormía en la otra habitación con su hermana de 18 años, en literas, por lo que no saben si el desmoronamiento de cajas tuvo que ver con la entrada en la estancia de la pequeña, si fue a dormir o a jugar, o bien fue el viento «o qué demonios pudo pasar. No lo sabemos pero es inexplicable cómo pueden morir unas personas así. Estamos muy mal», relataba Josefa.

En cuanto a la gran cantidad de ropa y calzado que acumulaban en la casa, que se cuenta por toneladas, Josefa señaló que eran cajas tanto del matrimonio como de otros familiares de la provincia, que los iban almacenando allí durante todo el año para llevarlos en verano a través del ferry para sus familiares que viven en el Magreb, aunque desde la Policía Nacional creen que eran para su venta en Argelia o Marruecos.

Autopsias

Se estima que los hechos se pudieron registrar entre las 8.00 y las 9.00 de la mañana, aunque serán las autopsias que se les practicarán esta mañana en el Instituto de Medicina Legal de Alicante las que deben aclarar cuándo ocurrió el accidente y la causa de la muerte, por asfixia, aplastamiento o algún golpe.

La puerta de la vivienda donde ocurrió el accidente permanecía ayer precintada por la Policía Nacional, a la espera de una segunda inspección por parte de la Policía Científica que podría realizarse hoy. En el suelo del rellano del primer piso aún quedaban a mediodía rastros de la actuación de los sanitarios, agentes y forense, con un guante de látex y otros restos.

Y desde el parking interior a través del que se accede a los bloques de viviendas se veía la galería de la casa atestada de cajas y bolsas, y con la ropa limpia de la lavadora tendida fuera, a la espera de ser recogida el sábado por una familia a la que un incomprensible y trágico accidente ha segado sus vidas.