Una escena típica de una película de Hollywood. Un preso de la cárcel de Picassent (Valencia) se fugó el pasado sábado por la noche cuando era trasladado en una ambulancia camino del Hospital General de Valencia para ser atendido de las lesiones que él mismo se había autoinflingido en las instalaciones penitenciarias. Los hechos ocurrieron a la altura del kilómetro número cuatro de la autovía V-30, cuando el vehículo sanitario en el que era trasladado el reo aminoró la velocidad al oir sus ocupantes fuertes golpes procedentes de la parte de atrás, creyendo que era una situación de urgencia. El preso estaba esposado de un brazo a una barra en el interior de la ambulancia y todo apunta a que rompió el anclaje y posteriormente quebró el cristal de la ventana lateral derecha cuando se dio cuenta de la minoración de la velocidad del vehículo. Al acercarse al arcén, el presidiario se lanzó a la carretera con la ambulancia aún en marcha, causando que uno de los dos ocupantes del todoterreno de la Guardia Civil que custodiaba el traslado corriera detrás de él. Sin embargo, no dudó en cruzar la mediana con coches circulando a su alrededor, y al final, logró escabullirse por una zona de matorrales.