El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Alicante realizó la semana pasada una campaña de inspección de centros de animales de la provincia que concluyó con la detección de 32 infracciones administrativas en 11 de los 17 establecimientos visitados, los cuales fueron sancionados por las deficiencias detectadas por los agentes, según informó ayer la Comandancia.

Los centros visitados son albergues, residencias caninas, tiendas de mascotas, perreras municipales y protectoras. De los 17 centros inspeccionados sólo seis pasaron el examen del Seprona sin presentar ninguna irregularidad. El resto han sido multados con sanciones administrativas y además tendrán que subsanar las deficiencias detectadas.

La especie animal predominante en los centros visitados por el Seprona es la canina, aunque también había gatos y gran cantidad de otras clases más exóticas, como los primates.

Las infracciones más comunes detectadas por el Seprona han sido la de carecer de licencia municipal para realizar la actividad, carecer de núcleo zoológico (una licencia administrativa necesaria para todo tipo de centros de esta naturaleza), no presentar el libro de entradas y salidas de animales o no tenerlo actualizado y no gestionar adecuadamente el vertido y tratamiento de las aguas residuales, según informó ayer en un comunicado la Benemérita.

Las inspecciones fueron realizadas entre los días 9 y 13 de enero y se movilizaron agentes del Seprona de Alicante, Monóvar, Ibi, Guardamar del Segura, Altea, El Verger, Elche y Orihuela.

Según los datos facilitados por la Comandancia de Alicante, los agentes han constatado que en los centros inspeccionados había una presencia mayoritaria de ejemplares de la especie canina, aproximadamente unos 500 perros. También había gatos, una cabra, peces, conejos, periquitos, cerdos vietnamitas, cobayas, agapornis, diamantes, una tortuga de tierra, tortugas de agua, lemures, chimpancés, monos verdes de Guinea, mangabeys negros, orangutanes de Borneo, gibones de manos blancas y monos titís comunes.

El objetivo de estas inspecciones administrativas del Seprona es conocer el «correcto estado y el óptimo funcionamiento de la totalidad de los centros de animales de la provincia, detectando y corrigiendo las posibles deficiencias y concienciando a los responsables de la necesidad de preservar y mantener las condiciones higiénico-sanitarias de los animales que tienen bajo su custodia», señala el comunicado del Instituo Armado.

Requisitos

Estos centros deben cumplir unos requisitos mínimos en sus instalaciones y estar en posesión de una determinada documentación.

Las instalaciones necesitan como norma general tener unas dimensiones apropiadas en función del aforo de animales y su tamaño. Las parcelas que acogen a los animales tienen que combinar terreno abierto de paseo con suelo pavimentado y zonas de sombra. Asimismo, en función de las características de cada animal deben presentar zonas difgerencias, como es el caso de perros de grandes dimensiones, perros peligrosos, cachorros de canes, zona felina y zona de jaulas para aves o cualquier tipo de zonas específicas para otras clases de animales más exóticos o singulares.

Las habitáculos o dormitorios de los animales deben disponer de bebederos, tolvas de pienso y canaletas de desagüe de aguas de lluvia o limpieza.

Igualmente están obligados a contar con una zona de hospitalización o ingresados, de intervención quirúrgica, zonas de cuarentena para animales infecciosos y para incineración de cadáveres, entre otros requisitos.