Goteras en el techo, expedientes empapados y equipos informáticos a punto de cortocircuitarse por el agua. Éste era el panorama que presentaba ayer por la mañana el Palacio de Justicia de Benalúa en Alicante en plena tormenta. El fiscal jefe de Alicante, Jorge Rabasa, tomó ayer la medida de desalojar las dependencias del Ministerio Público y mandar a trabajar a casa a todo el personal que no pudiera ejercer su labor en las dependencias a causa del mal estado. Las filtraciones de agua afectaron ayer a varias zonas del edificio, especialmente a la Fiscalía y al juzgado de Instrucción número siete, mientras que en los pasillos se pusieron cubos para contener las goteras.

La intensa tormenta de ayer puso en evidencia las carencias del edificio, cuya reforma permanece paralizada a causa del expediente de protección que hay sobre el inmueble y que impide que el proyecto pueda llevarse a cabo tal y como tenía proyectada la Conselleria de Justicia. Las incidencias que se sucedieron a lo largo de la mañana aumentaron la indignación del personal, ya que precisamente la reforma de la Fiscalía era uno de los proyectos prioritarios para la administración autonómica. Sin embargo, éste es precisamente uno de los puntos más controvertidos del proyecto, ya que el borrador del Catálogo de Edificios Protegidos del Ayuntamiento no permite actuar en la zona en la que se había proyectado la nueva oficina, porque alteraría el planeamiento original de este edificio. Paradójicamente, este patio que tiene la consideración de protegido se usa como zona donde acopiar escombros cada vez que se hace una obra en algún punto del edificio, o para depositar materiales.

Ayer por la mañana, aún con las ventanas totalmente cerradas, el agua se filtraba por las paredes de la Fiscalía desde donde se alertó al servicio de mantenimiento del edificio para evitar que ésta causara algún cortocircuito en los equipos informáticos. El calefactor que se usaba en el despacho del fiscal que atiende al juzgado de guardia se rompió ayer y no tuvo que irse a trabajar a otras dependencias del edificio. Cuando hacia las 13.00 horas, un funcionario recibió una pequeña descarga mientras trabajaba con el ordenador, el fiscal jefe ordenó desalojar las dependencias hasta que no se normalizara la situación meteorológica. «No vamos a asumir riesgos personales, si las dependencias no reúnen las condiciones para trabajar, no se va a trabajar en ellas», aseguró ayer Jorge Rabasa.

El agua afectó ayer a otras zonas del Palacio de Justicia, especialmente el juzgado de Instrucción número siete, donde las filtraciones de agua empezaron a empapar expedientes de casos. Los funcionarios trataron de frenar las filtraciones colocando paraguas y cubos junto a las ventana. Las humedades eran visibles en el techo y se temía que en algún momento pueda desprenderse la escayola del techo. En los pasillos del edificio, también se colocaron varios cubos en la última planta del edificio para evitar las goteras y ayer se recordaba que hay zonas acordonadas desde hace tres años por desprendimiento de cascotes.

Los escollos que han surgido con el proyecto de rehabilitación del edificio podrían retrasar los trabajos al menos un mes. La Conselleria de Justicia necesita al menos diez mil metros cuadrados más para el edificio judicial ya reformado, pero el citado catálogo impide ampliar la volumetría de las instalaciones. Justicia trabaja en un proyecto que se acomode a las exigencias del catálogo e impedir que la obra pueda quedar paralizada una vez comenzada. Tras las reuniones de la consellera de Justicia Gabriela Bravo con el Ayuntamiento de Alicante ya se anunció que estas modificaciones podrían retrasar la obra al menos un año más, con el añadido de que hay juzgados que van a tener que ubicarse en un nuevo edificio.

Entre el personal, empieza a calar la idea de que quizá lo más económico podría ser hacer un edificio totalmente nuevo desde cero. El sindicato UGT ya advirtió este verano de que un nuevo edificio tendría un coste de diez millones de euros, mientras que reformar tendrá un coste de 23 millones.