La muerte sorprendió a un ciudadano alemán de 46 años el 25 de febrero de 2011 cuando iba conduciendo un Mercedes descapotable de alta gama por la N-332 a su paso por l'Alfàs del Pi. Un motorista se puso a su altura en un semáforo y le disparó en la cabeza, huyendo del lugar a toda velocidad. El crimen sigue sin esclarecerse, aunque la Guardia Civil apunta a un ajuste de cuentas por los negocios de la víctima.

Otro crimen ejecutado con la sangre fría de un profesional fue la muerte a tiros del narco Alain Coelier y su lugarteniente en el chalé del primero en La Nucía. Ambos fueron acribillados a tiros en junio de 2010, la misma noche en la que España estaba celebrando la victoria en la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica. Coelier había estado implicado en el secuestro de Melodie Nakachian y acababa de salir de la cárcel por su implicación con un velero con 3.000 kilos de cocaína. La investigación apuntaba a un ajuste de cuentas entre clanes de narcos.