El vídeo que grabó la brutal agresión a una mujer en el portal de su casa en Sant Joan d'Alacant por su pareja sentimental ha sido impugnado por la defensa del presunto agresor, según confirmaron fuentes cercanas al proceso. Su validez como prueba será una de las cuestiones que se deberán dilucidar en el juicio señalado este viernes en un juzgado de lo Penal de Alicante, donde el acusado se enfrenta a una pena de nueve meses de prisión.

El presunto agresor es un joven ucraniano de 22 años que recibió a su pareja sentimental, una mujer húngara de 38 años, a puñetazo limpio en el portal de su casa. Los hechos se produjeron el pasado 20 de noviembre sobre las siete de la mañana, cuando llegó la mujer a su domicilio y, según se observa en el vídeo grabado dentro del portal, la víctima apenas da unos pasos cuando aparece en escena su pareja y sin mediar palabra comienza a golpearla incluso en el suelo y al final la agarra por el pelo y la arrastra por las escaleras hacia el ascensor. La agresión presuntamente habría continuado pero ya lejos de la cámara de grabación que decidió instalar la comunidad de vecinos del inmueble a raíz de varios robos sufridos en sus viviendas.

Esta grabación constituye la principal prueba de la agresión, ya que la víctima no ha querido en ningún momento prestar declaración contra su agresor y hasta se negó a ser reconocida por un forense, por lo que se carecen de informes médicos que aclaren cuál es el alcance de las lesiones producidas en la agresión. Ante la ausencia de denuncia de la víctima, ni informes forenses que acrediten las lesiones, el vídeo supone uno de los principales pilares para probar la acusación. Tan sólo hay informes que hablan de una esguince cervical que producen mareos a la mujer.

Tanto la juez como la fiscal que se encontraban de guardia el día que el detenido pasó a disposición judicial, se mostraron favorables a enviar a prisión preventiva al acusado hasta que se celebre el juicio tras haber visto las imágenes de la brutal agresión a pesar de que la pena solicitada era de nueve meses de prisión. El auto de ingreso en prisión dictada por la magistrada concluía que el vídeo pone de relieve la «conducta violenta» del acusado y estimaba que las integridad de la víctima no se garantizaba con una simple orden de alejamiento.

La defensa impugnó el auto decretando la prisión, así como la validez como prueba del vídeo que captó la agresión, sin embargo la familia del acusado cambió de abogado y para el proceso estará representado por un nuevo letrado. Dadas las penas solicitadas, el imputado podría quedar en libertad tras el juicio.