El dueño y el camarero de un bar de Altea han sido condenados a seis y tres años de prisión, respectivamente, por vender cocaína al menudeo a sus clientes. La Sección Segunda de la Audiencia les ha declarado culpables de un delito contra la salud pública cometido desde un establecimiento abierto al público, según se establece en la sentencia.

Los acusados fueron detenidos en una operación de la Policía en octubre de 2012, después de una serie de vigilancias en que los agentes intervinieron papelinas con cocaína a algunos compradores.