Un constructor, un arquitecto y el director de una sucursal bancaria negaron ayer en un juicio que se confabularan para cometer un fraude en la promoción de un edificio de pisos ubicado en la calle La Unión de Alicante, según fuentes jurídicas.

La Fiscalía pide provisionalmente para ellos penas que van desde los dos años y medio hasta los cinco años y medio de cárcel por un delito de continuado de apropiación indebida y otro de falsedad documental.

Los hechos sucedieron en 2004, cuando el promotor se apropió supuestamente del dinero entregado a cuenta por algunos compradores de viviendas y los destinó a fines particulares.

De acuerdo con la tesis de la Fiscalía, el empresario dispuso del 94 por ciento del préstamo hipotecario que había suscrito con la entidad financiera pese a que las obras habían quedado paralizadas al 70 de su ejecución, con el consiguiente perjuicio para los compradores.

En estos hechos habría contado presuntamente con la connivencia de un arquitecto que debía firmar las certificaciones de obras y con el director de la propia sucursal bancaria, cuya pareja trabajaba en la empresa constructora.

Presuntamente, el dinero del préstamo que no estaba justificado se habría destinado a saldar otras deudas del promotor, en algunas de las cuales figuraba como avalista el propio banco.

No obstante, durante la primera sesión del juicio por estos hechos, que comenzó ayer en la Audiencia de Alicante, los tres acusados negaron que urdieran maniobra alguna para cometer un fraude.