Acumulan más de 200 detenciones entre los nueve pero eso no fue impedimento para continuar con su especialidad: desvalijar viviendas. La Policía Nacional ha detenido a ocho personas en Alicante y a una en Barcelona por robos en viviendas y un secuestro frustrado, hechos por los cuales seis de los arrestados han ingresado en prisión por orden judicial, para tranquilidad de los ciudadanos y de las Fuerzas de Seguridad. En total les acusan de 30 delitos, de los cuales 21 son robos en casas de las provincias de Alicante, Bilbao y Barcelona.

Los arrestados, siete varones y dos mujeres de entre 20 y 56 años, son todos de nacionalidad argelina y según la Policía sustraían principalmente dinero, joyas y vehículos. La mercancía robada la vendían en comercios de compra-venta de oro o de objetos de segunda mano, aunque también sacaban los efectos de España a través del ferry que une Alicante con Argelia.

La Policía efectuó tres registros domiciliarios en Alicante tras las detenciones e intervino cuatro vehículos que fueron sustraídos de cuatro viviendas diferentes, multitud de relojes y joyas robadas, abundantes herramientas y dispositivos electrónicos empleados para cometer los robos.

El grupo de Crimen Organizado de la Brigada Provincial de Policía Judicial inició las pesquisas el pasado mes de agosto tras un asalto violento en una calle de Alicante. El autor estaba implicado en otro delito de lesiones graves en el que causó un corte en la cara a un compatriota y se había ocultado en un domicilio de Alicante a la espera de poder huir a Toulouse (Francia).

La investigación continuó en colaboración con la Brigada Provincial de Policía Científica, cuyos efectivos lograron identificar a la mayoría de los ahora apresados. La Policía comprobó que se trataba de un grupo altamente organizado y especializado en asaltar viviendas, aunque también se le relaciona con una tentativa de detención ilegal de un ciudadano argelino.

En el secuestro frustrado la víctima fue amenazada para que llamara desde Alicante a su familia en Argelia y pagarán allí 40.000 euros a otros miembros de la banda. La llamada telefónica la realizó mientras era amenazado con un arpón que llegaron a disparar y le hirieron en una pierna. Al final pudo escapar de sus captores.

Según informó ayer la Policía, parte de los integrantes de la banda ejecutaban los robos en viviendas mientras otros se ocupaban de vigilar las inmediaciones con el fin de alertar de la presencia policial y el resto de miembros se encargaba de la logística.

Antes de cometer los robos realizaban una inspección previa para evitar la presencia de testigos o moradores que posteriormente los pudieran identificar. Una vez elegida la vivienda y el momento proclive, fracturaban el bombín y entraban para sustraer dinero, joyas y diferentes artículos de valor.

Los agentes lograron localizar y detener a los miembros de la organización desde mediados del mes de octubre hasta la pasada semana.

Los autores de los robos utilizaban habitualmente documentaciones falsificadas francesas y varios de ellos tenían órdenes de detención e ingreso en prisión de distintas autoridades judiciales. Uno de ellos había sido expulsado judicialmente por la comisión de delitos y había regresado con la intención de reintegrarse de nuevo en la organización y continuar su actividad ilícita.