Un simulacro de secuestro aéreo se desarrolló ayer en el aeropuerto de Alicante-Elche con el objetivo de mantener entrenado al personal involucrado en un suceso de estas características y corroborar la idónea implantación de la normativa aplicable. El simulacro se ejecutó a iniciativa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Ministerio de Fomento, con la activa participación del Ministerio del Interior (Secretaría de Estado de Seguridad, Guardia Civil y Policía Nacional), del Ejército del Aire, de Aena, de ENAIRE y de la Subdelegación del Gobierno en Alicante.

Con este tipo de ejercicios se obtendrán, adicionalmente, conclusiones que permitan mejorar el operativo en caso de un secuestro real, según informó ayer la Delegación del Gobierno. Los trabajos de diseño y planificación, incluyendo unas jornadas técnicas formativas, se realizaron con antelación a la fecha propuesta y el ejercicio se realizó en el momento en que el aeropuerto estimó que no se producirían interferencias en el desarrollo de las operaciones aeroportuarias.

En este ejercicio, una aeronave cedida para la ocasión por la compañía aérea Jet-2 que simulaba un vuelo regular estaba a punto de despegar con destino a Leeds (Reino Unido). Poco antes del despegue, el comandante del avión comunicó a la torre de control que se había producido un secuestro y se activaron los protocolos de seguridad.

Efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional y el subdelegado del Gobierno se incorporaron a los distintos comités de intervención en secuestros aéreos y se contactó con los secuestradores para conocer sus pretensiones e iniciar las acciones adecuadas para liberar a los rehenes y recuperar el control de la aeronave. Tras varias horas de negociación, se produjo la liberación de los pasajeros y la tripulación, dándose por concluido el secuestro.