La Audiencia Provincial ha impuesto dos años de cárcel y una multa a un empleado de una entidad financiera en Alicante que cometió una estafa al aprovecharse de una póliza de crédito de 867.609 euros abierta a nombre de una promotora. Según la sentencia hecha pública ayer, el acusado repuso el dinero poco después, por lo que los magistrados apreciaron la atenuante de reparación del daño. Aún así deberá indemnizar con 30.000 euros a los herederos del perjudicado, en la actualidad fallecido, por daños morales.

El condenado trabajaba para una entidad financiera como gestor de empresas y al mismo tiempo poseía una mercantil con su mujer. El tribunal ha fallado que se prevalió de sus funciones en la entidad y de su amistad con el dueño de una promotora para abrir a nombre de ésta una línea de crédito por 867.609 euros en abril de 2010. El acusado ocultó a sus jefes estas operaciones y engañó al promotor, pues falsificó su firma en seis cheques. Además, consiguió que el empresario suscribiera un préstamo hipotecario y le hizo creer con otro documento falso que éste se cancelaría en junio del mismo año. En cambio, realizó numerosas disposiciones en efectivo y transferencias por 137.254 euros que acabó en las cuentas de la sociedad que administraba su esposa y de la que él era socio mayoritario. La mujer ha sido absuelta, ya que había otorgado un poder general a su esposo y no tuvo intervención alguna en el fraude, argumenta la sala. Por contra el tribunal considera que no hay duda de la «conducta dolosa» del acusado, pues se trata de «un profesional del sector bancario» y sabía, por tanto, «el resultado de las operaciones que realizaba».