La Audiencia de Alicante juzgó ayer una presunta estafa con obras de arte, en las que el acusado pretendió avalar en Benissa un crédito que le había dado un conocido con un cuadro del maestro impresionista francés Oscar Claude Monet, con un certificado de autenticidad de casa de subastas Christie's. Los magistrados van a tener que convertirse en expertos en el impresionismo francés para determinar si hubo intención de engañar al perjudicado para que le entregara 255.000 euros.

La Fiscalía sostiene que ni el cuadro, ni el certificado son auténticos y reclama para el acusado una condena de seis años de cárcel por delitos de estafa agravada y falsedad documental. El procesado, de nacionalidad holandesa, negó haber cometido delito alguno y aseguró que el cuadro era auténtico y que ha estado en su familia durante generaciones. Según su versión, necesitaba liquidez inmediata para hacer una inversión y pretendió avalarla con esta obra de arte.

Los hechos se remontan al año 2011 cuando el acusado trabó amistad con el propietario de un establecimiento de Benissa especializado en la compra y restauración de vehículos de lujo. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el procesado hacía gala de poseer un gran patrimonio y se interesó por la compra de varios coches.

De esta manera, el presunto estafador acabó obteniendo un préstamo por importe de 255.000o euros del empresario que necesitaba para «hacer una inversión». Para garantizar el pago, le mostró un aval bancario por importe de un millón de euros y con el que consiguió que el empresario acabara dándole el dinero que necesitaba. La promesa era que le daría hasta 1.006.685 euros con independencia de cómo saliera la operación.

Tiempo después y al ver que no recibía cantidad alguna, el denunciante reclamó al acusado el dinero prometido. Para tranquilizarle y garantizar la operación, éste le entregó un cuadro de Monet y un certificado de garantía de la casa de subastas Christie's.

En el juicio declaró un perito que sostuvo que tanto el cuadro como el certificado eran falsificados. La defensa del acusado ha impugnado las conclusiones del informe y sostiene que todo es auténtico. El procesado sostiene que ha tenido el cuadro durante años en la familia, así como el certificado de la célebre galería, motivo por el que negó la estafa. El procesado sostiene que necesitaba el dinero para realizar unas inversiones y ha negado que tuviera intención alguna de engañar al perjudicado. El juicio quedó ayer mismo para sentencia.