Golpeada, insultada, maniatada y secuestrada en La Vila Joiosa por un maltratador reincidente que tenía orden de alejamiento y que ya había intentado matarla. Un hombre de 48 años ha sido encarcelado tras presuntamente maltratar y retener contra su voluntad a su expareja, que pasó una noche maniatada en el suelo y que logró escapar rompiendo sus ataduras con un cristal.

La Guardia Civil detuvo el pasado martes al este hombre de nacionalidad belga, como presunto autor de un delito de violencia de género, un delito de lesiones y otro de detención ilegal, tras la denuncia interpuesta por su expareja por un grave episodio de malos tratos, según explicaron ayer desde la Comandancia de la Guardia Civil. El juez de guardia lo ha enviado a prisión de forma provisional.

El pasado martes una mujer de nacionalidad belga y 38 años se presentó en dependencias de la Guardia Civil de La Vila Joiosa, tras haber logrado escapar de su cautiverio.

La víctima explicó que su expareja, sobre la que pesaba una orden de alejamiento orden de alejamientohacia ella, tras una fuerte discusión comenzó a insultarla y golpearla. En un momento de la agresión, tras caer al suelo, el presunto maltratador inmovilizó a la mujer, atándola de pies y manos con cinta de embalar que usó también para taparle la boca, evitando así que gritara.

La victima pasó toda la noche en el suelo de la vivienda y, en un descuido del agresor, consiguió cortar la cinta de embalar con un trozo de cristal que había en el suelo, resto de los objetos rotos durante el forcejeo de la noche anterior.

Tras liberarse, y temiendo por su vida, intentó escapar del domicilio, pero fue sorprendida por el ahora detenido, que la volvió a atacar propinándole nuevos golpes. Sin embargo esta vez consiguió zafarse y, saltando uno de los muros de la vivienda, logró al fin escapar de su agresor.

Dispositivo de captura

Una vez presentada la denuncia ante la Guardia Civil, los agentes comenzaron una investigación para lograr detener al agresor, realizando una vigilancia a la vivienda, y alrededores, ya que éste había expresado su intención de huir a Bélgica.

Tras varias horas, un vehículo similar al descrito por la mujer apareció en las cercanías del inmueble, pero al percatarse de la presencia del vehículo camuflado de los agentes realizó una peligrosa maniobra evasiva, en un intento de darse a la fuga. Finalmente, tras una breve persecución, los guardias civiles interceptaron el vehículo del hombre, al que detuvieron si que opusiera ningún tipo de resistencia.

Según explicaron desde la Comandancia, al parecer este no era el primer episodio de malos tratos protagonizado por la pareja, de ahí que el detenido tuviera una orden judicial de alejamiento. En otra ocasión, el agresor había intentado ahogarla en la piscina de la vivienda en la que residían, y anteriormente la lanzó de su vehículo para después propinarle una paliza.

Tras poner al detenido a disposición de la autoridad judicial, el magistrado de guardia decretó su ingreso en prisión.