Repulsa y dolor en la Comunidad por las dos nuevas víctimas de la violencia machista. Las muestras de rechazo y condolencias se sucedieron ayer tras los crímenes registrados en Calp, donde murió una mujer de 75 años a manos de su marido, que se suicidó, y en Chella (Valencia), donde un joven está detenido por matar a una chica de 15 años, a la que tiró desnuda por un barranco.

En la localidad calpina se celebró ayer una concentración de cinco minutos a las puertas del Ayuntamiento por la muerte a golpes de la ciudadana belga Jaqueline Luykc, ocurrido la noche del jueves en Calp. La concejal de Igualdad y Política Social, Ana Perles, condenó los hechos y manifestó su repulsa ante la lacra social que supone la violencia de género.

Así mismo, mostró sus más sentidas condolencias con el pueblo de Chella, enviando a la familia de Vanessa su más sentido pésame. La edil pidió un Pacto de Estado contra la violencia de género. La cónsul belga en Alicante, Anneke Mussche, se sumó al acto junto a miembros de la Corporación y numerosos vecinos.

En Alicante también tuvo lugar una concentración a las puertas del Consistorio con el concejal de Presidente, Natxo Bellido al frente para condenar el crimen de Calp. Al término del acto, la edil de Igualdad, María José Espuch, trasladó sus condolencias y solidaridad con la familia y personas allegadas a la víctima en nombre de toda la ciudad de Alicante, y consideró necesaria «la implicación de todos y todas, administraciones Públicas y ciudadanía en general, para trabajar en la prevención y lucha contra la violencia de género».

Los vecinos de Chella exhibieron ayer unidad y salieron en masa a la calle para manifestar su repulsa por el crimen que ha acabado con la vida de Vanessa Ferrer y ha perturbado la apacible vida de esta pequeña población de poco más de 2.500 habitantes, donde la conmoción traspasa las barreras de cada casa y está presente en cada tertulia de bar, en cada calle.

Cientos de personas rindieron tres minutos de silencio en la plaza del ayuntamiento y arroparon a los familiares y amigos de la joven de 15 años que fue hallada el viernes en una sima a 30 metros de profundidad. Desconsolados, rotos de dolor y deshechos en lágrimas. Los jóvenes colocaron varias velas en la fachada del consistorio.

Testimonio de una exnovia

«He sufrido mucho con él. He llegado a creer que me iba a matar». Es el testimonio de la expareja de Rubén M., el presunto asesino de Vanessa Ferrer y único detenido por el crimen, que está a la espera de pasar a disposición judicial. El joven de 21 años mantuvo hasta hace dos una tormentosa relación con una chica menor de edad, también vecina de Chella, cuyo nombre oculta este diario para preservar su identidad. «Fue mi primer amor. Estuve con él cinco años, pero los dos últimos me sentía a la fuerza. Me amenazaba». El vínculo terminó con dos denuncias por violencia machista y una orden de alejamiento que Rubén M. quebrantó, según ha podido saber este diario. «Me seguía escribiendo por snapchat (una aplicación móvil). Sentía que me perseguía. Desde que lo dejamos no he podido estar tranquila. Él tiene mucha fuerza y se pone muy violento. Me asustaba salir a la calle».