En abril de 2012, la Conselleria de Justicia del PP dio por finiquitado el proyecto de la Ciudad de la Justicia. El que ostentaba la cartera de este área en aquel año, Jorge Cabré, fue el encargado de anunciarlo para sustituirlo por otro de ambiciones más modestas. El macroedificio que tendría que haberse levantado en un solar frente al Palacio de Justicia estaba presupuestado en más de 60 millones de euros y fue sustituído por una reforma integral de los dos edificios judiciales: la Audiencia y los juzgados. Las obras del primero pudieron terminarse hace dos años y ahora debía acometerse el segundo proyecto.

La construcción de la Ciudad de la Justicia de Alicante se había ido demorando año tras año y hasta se llegaron a construir los accesos a cargo de los fondos del llamado Plan E, con el que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero trató de reactivar la actividad económica al principio de la crisis. Cuando empezaron los recortes, la Ciudad de la Justicia fue uno de los proyectos a los que renunció el gobierno autonómico del PP.

La reforma de los juzgados de Benalúa ha tenido la misma celeridad que muchas de las causas que se tramitan en esa sede. Para atenuar el impacto de la obra en las cuentas públicas, se decidió ir ejecutándolo por fases. El año pasado se realizó la modernización de la red eléctrica. Para este año 2016 los trabajos iban a centrarse en las oficinas de la Fiscalía.

La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, aseguró ayer que «me encantaría venir aquí a anunciar que vamos a construir una Ciudad de la Justicia, pero todos saben la situación de crisis económica que atravesamos, agudizada en esta Comunidad por la infrafinanciación». Bravo dijo que «la meta es garantizar unas sedes dignas. Es mejor ser realistas que venir con anuncios inabarcables».

El anuncio dejó con sabor agridulce a algunos representantes de la judicatura. «Con la de tiempo que llevamos esperando, vienen a darse cuenta de la protección del edificio precisamente ahora que iban a empezar las obras», se lamentaban.