Debió calcular mal al romper con una piedra el escaparate de una autoescuela donde presuntamente quería entrar a robar y tras resultar herido se marchó sin robar nada y le detuvo la Policía Nacional cuando se estaba curando la lesión en Urgencias del Hospital General de Alicante.

El suceso ocurrió sobre las dos de la madrugada del pasado domingo. Un vecino del barrio de Tómbola presenció cómo el ahora detenido golpeó con una piedra de grandes dimensiones la cristalera de una autoescuela e hizo un gran agujero para acceder al interior para robar. El ciudadano alertó de inmediato a la sala del 091 y varias unidades de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana se movilizaron y desplegaron para capturar al ladrón.

Al llegar al establecimiento ya no había nadie, pero los agentes se dieron cuenta de que en la cristalera había rastros de sangre, por lo que se dirigieron al servicio de Urgencias del Hospital General de Alicante para comprobar si había acudido para ser asistido de sus heridas. Y acertaron. Los policías se entrevistaron con personal del centro y precisamente unos minutos antes había ingresado un hombre de 30 años con varias heridas en la mano ocasionadas por un cristal. Esperaron a que le curaran y le detuvieron.

La Policía Científica realizó una inspección en el local para recopilar pruebas contra el detenido.