Tras más de quince años de presidente de la Audiencia de Alicante, Vicente Magro se marcha a Madrid. La plaza por la que ha concursado es la de un magistrado más en la Audiencia madrileña, con lo que estará celebrando juicios y resolviendo apelaciones en una sala todavía por determinar. Un paso atrás en su carrera con el que busca conseguir impulso para lograr su verdadero objetivo, ser magistrado en el Tribunal Supremo. El traslado de Magro se produce en plena carrera por nombrar al próximo presidente de la Audiencia.

Antes de que se anunciara la marcha del magistrado, las fuentes judiciales consultadas por este diario admitían que Magro lo tenía complicado para lograr un cuarto mandato al frente de la Audiencia. Sobre el papel, no hay limitaciones al número de veces que el candidato pueda ser renovado. En la práctica, entre los miembros de la carrera se considera que dos mandatos son un periodo más que suficiente. Magro no tuvo problemas para ser reelegido una tercera vez, ya que nadie optó a la plaza hace cuatro años. Las posibilidades para lograr un cuarto mandato eran cada día menores, ya que esta vez sí había magistrados interesados en aspirar a ella, por lo que Magro ya estaba buscando alternativas. Poco antes del verano estuvo a punto de marcharse al Consell Juridic Consultiu pero dio marcha atrás y retiró su candidatura para este órgano.

Ayer por la mañana por sorpresa, el magistrado remitía a primera hora de la mañana un comunicado anunciando su marcha «al considerar que ha llegado la hora de dar un giro a mi carrera profesional en los tribunales de Madrid». El traslado se hará efectivo a comienzos del próximo mes de noviembre.

La espinita de Madrid ha estado clavada en el magistrado durante años, sobre todo desde que a última hora se le escapó de entre las manos la posibilidad de ser vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en 2008, al ser elegido en su lugar Fernando de Rosa. Un año más tarde, volvió a probar suerte en la presidencia de la Audiencia Nacional, también sin éxito. Aunque en otras ocasiones ha optado a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ), Vicente Magro ha estado intentando también dar el salto al Supremo. A la espera de que lleguen vacantes en el Alto Trinunal, el magistrado ha considerado que estará mejor posicionado estando en Madrid.

«Han sido quince años excelentes al frente de la Audiencia de Alicante, en los que he conseguido que ésta sea referente en toda España», aseguró ayer Magro tras hacer pública su marcha. Uno de los más recientes espaldarazos al trabajo de Magro en la Audiencia llegó en el año 2014 cuando el CGPJ le dio el Premio Calidad de la Justicia por el trabajo desempeñado por la Oficina de Medidas Alternativas. Desde ella se han impulsado algunas de las iniciativas de Magro durante sus años de presidente de la Audiencia, entre ellos los cursos de reeducación, que empezaron para maltratadores y luego se han ido ampliando a otros delitos, como los relacionados con la seguridad vial y, más recientemente, el maltrato animal y los abusos sexuales. También se han impulsado otros programas como la mediación penal, el plan Preventia dirigido a la prevención de la violencia juvenil y un protocolo para impulsar la aplicación de la condena de trabajos en beneficio de la comunidad. Durante sus primeros años al frente de la Audiencia, Magro implantó el sistema de videoconferencia para celebrar juicios en 2002; así como también fue uno de los primeros en aplicar el protocolo para los juicios rápidos. Otros hitos de sus mandatos han sido la reforma del edificio de la Audiencia, así como la creación de la Sección Décima y el refuerzo de todas las salas penales con un cuarto magistrado.