La festividad de los patronos de la Policía Nacional, los Santos Ángeles Custodios, genera año tras año descontento entre muchos agentes que esperaban una condecoración y no figuran en la lista de elegidos. Este año no iba a ser menos, salvo para los condecorados, y tampoco todos. El reparto de medallas, conocido una semana antes de la celebración de los actos del patrón el próximo lunes en el Castillo de Santa Bárbara, no sólo ha creado quejas sindicales y el malestar habitual entre muchos miembros de la plantilla de la provincia de Alicante, sino que se ha producido un claro ejemplo de agravio comparativo con una operación antiyihadista donde todos los sindicatos -UFP, CEP, SUP y SPP- coinciden en denunciar una clara situación de «injusticia». Varios policías de la Comisaría General de Información en Madrid recibirán medallas pensionadas -la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo- por la operación contra una célula yihadista desarticulada en la provincia, Valencia y Ceuta y, por el contrario, los dos mandos de la Brigada Provincial de Información de Alicante que habían sido propuestos para esta distinción que lleva aparejada una asignación económica de por vida han sido excluidos y se tendrán que contentar con una cruz con distintivo blanco, que no está recompensada con dinero.

La investigación de esta operación, que permitió detener en febrero a cinco presuntos yihadistas en Crevillent, Muro, Alcoy, Alicante y l'Alqueria d'Asnar, así como a dos más en Ontinyent y Ceuta, fue iniciada por la Brigada de Información de Alicante hace más de dos años y, pese a realizarse luego conjuntamente con la Comisaría General, «el mayor peso de la investigación ha sido llevado en Alicante», afirma la Unión Federal de Policía (UFP).

Desde el Sindicato Profesional de Policía (SPP) en Alicante también muestran su indignación por la exclusión de los dos mandos alicantinos en las medallas pensionadas y están analizando la adopción de medidas legales para quejarse, ya que la intervención de los policías de Madrid fue sensiblemente inferior a la de los agentes alicantinos.

Los dos mandos de Alicante excluidos de la medalla pensionada y otros dos más de la misma brigada sí recibirán el próximo lunes la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco, sin asignación económica. La UFP también critica que no se haya concedido por este servicio antiterrorista ninguna medalla con distintivo blanco a policías de la escala básica, aunque alguno sí había sido propuesto y también ha sido excluido. Esto ha generado «gran malestar y desánimo entre los policías que participaron en dicha operación, evitando la comisión de futuros atentados».

Al margen de la polémica por las medallas pensionadas por la operación antiyihadista, los sindicatos CEP, SUP y UFP se quejan del reparto en términos generales y de la escasez de condecoraciones para agentes de la escala básica y de las brigadas de Seguridad Ciudadana, de ahí que sus representantes hayan decidido no acudir el lunes a la celebración en el Castillo, acto que contará con la presencia del ministro de Asuntos Exteriores en funcionales, José Manuel García-Margallo. Uno de los casos más llamativos que se han quedado también sin medalla al mérito policial es el de dos agentes de Elche que apresaron a dos atracadores cuando pretendían asaltar con pistolas una sucursal. Estaban propuestos para la medalla, pero se cayeron de la lista de condecorados, cuya elaboración va sufriendo varios recortes hasta que recibe el visto bueno de la Jefatura Superior de Policía en Valencia.

En la Comunidad Valenciana se han concedido seis cruces al Mérito Policial con distintivo rojo, de las cuales cuatro corresponden a Valencia, una a Castellón y otra al comisario jefe provincial de Operaciones de Alicante, Alberto Rubio.

La Confederación Española de Policía (CEP) felicita a todos los policías condecorados -42 en la provincia- pero al mismo tiempo dice que «nos sentimos indignados, al igual que todos los policías, por el malestar que ha generado la concesión de medallas al mérito policial». Este sindicato reclama que las distinciones sean otorgadas «atendiendo únicamente al valor y riesgo en una intervención, independientemente de los galones que el policía lleve en el hombro».

La CEP se queja del reparto de medallas pensionadas y señala que, pese a lo que establece la ley al contemplarlas para los casos donde el agente ha puesto en riesgo su vida o ha resultado herido, la Dirección General de la Policía «se cubre de gloria para el reparto de medallas a todos sus amigos y allegados, desprestigiando la labor policial y a los policías que todos los días se juegan la vida en la calle». Esta medalla pensionada de forma vitalicia con el 10 por ciento del sueldo base, según la CEP, se otorga «con demasiada alegría entre los integrantes de las escalas superiores de la Policía Nacional, especialmente cuando se hallan próximos a la fecha de jubilación, pero, sin embargo, cuando se trata de reconocer actos en los que realmente los policías de a pie se juegan la vida y resultan heridos se mira con lupa su concesión».

Para el Sindicato Unificado de Policía (SUP), el reparto de medallas «sigue siendo vergonzoso y arbitrario; reconoce poco el servicio de los policías, especialmente de los agentes de la escala básica y en concreto de Seguridad Ciudadana, que hace el trabajo más sucio y no recibe ni una palmadita en la espalda».

En este sentido, la CEP critica que no se ha otorgado ninguna medalla a los agentes de los Grupos de Atención al Ciudadano en Alicante, los radiopatrullas del 091.

Reconocimiento a la UDEF

Entre las 42 medallas que se entregan el lunes en las diferentes plantillas de la provincia destaca el reconocimiento al Grupo de Blanqueo de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de Alicante -encargado de Brugal y otros casos de corrupción, entre otros asuntos-, que recibirá seis cruces con distintivo blanco.

Por otro lado, la UFP de Benidorm también ha emitido un duro comunicado sobre las medallas y critica que este año se imponga «a un responsable policial denunciado por la comisión de varios delitos» y «a una persona que no ha hecho mérito alguno para recibir tal honor, más que el paso de los años».