Jueces, abogados y fiscales asistieron ayer en primera persona durante el Congreso de la Abogacía al drama de los refugiados sirios. Un joven magistrado de Alepo les contó en primera persona cómo tuvo que abandonar el país hace nueve meses acompañado de su familia ante lo insostenible de la situación. «Cada día algún compañero caía abatido por un francotirador cuando se dirigía al juzgado», relató. Los bombardeos se cebaban contra el sector cristiano de la ciudad, hasta que un día una de las explosiones acabó con la vida de uno de sus pupilos al que quería como a un hijo. En su caso, este refugiado pudo venir hasta Alicante con la ayuda de los Salesianos, donde ya tiene concedido un asilo provisional. «Lo que queremos todos es poder regresar un día a nuestro país», explicó. Pero con lágrimas en los ojos se mostró muy agradecido con España por haberle acogido a él y a su familia.

En su opinión, para acabar con el drama de los refugiados todo pasa por acabar con el origen del problema y poner fin al conflicto. «Todos los sirios que se marchan, quieren regresar a su país algún día», señaló.

El oficial de protección adjunto de la Agencia de la ONU para los Refugiados en España (ACNUR), Juan Carlos Arnaiz, aseguró ayer que en la actualidad existen más de 65 millones de refugiados en todo el mundo, «una de las mayores cifras de los últimos años» como consecuencia de los conflictos. Arnaiz subrayó a los letrados la importancia de cómo entrevistarse con defendidos que se encuentran en situación irregular en el país. «En ocasiones, ellos mismos ignoran que tienen derecho a asilo. En cambio hay otros que lo solicitan sin que se den los requisitos para ello», explicó y puso como ejemplo el caso de una transexual argelina que quería regularizar su situación en España cuando por su condición tenía el derecho a solicitar el asilo. La persecución por ideas políticas, religiosas, o por razones étnicas y sexuales son motivos para reclamar el asilo. «Es preocupante que hay peticiones de asilo que tardan años en ser resueltas por el Gobierno», dijo Arnaiz, algo que achacó a la falta de medios. El director general de Reformas de la Generalitat, José García Añón, recordó las trabas que le puso el Gobierno central cuando el año pasado trató de traer a Valencia un barco con más de 1.200 refugiados sirios.