Un hombre de 45 años ha sido detenido por, presuntamente, haberse especializado en el robo de teléfonos móviles a los empleados de sucursales bancarias en el centro de la ciudad de Alicante.

Según han explicado a Efe fuentes de la Policía Nacional, el detenido escogía estas oficinas de varias entidades financieras por la facilidad con la que entraba simulando ser un cliente y deambulaba alrededor de las mesas de trabajo sin despertar sospechas.

Aprovechaba para cometer los hurtos los descuidos de los empleados, normalmente al levantarse para alguna gestión, e incluso llegaba a acceder a los despachos cuando veía que estaban vacíos y abría los cajones.

Tras dar cada "golpe", se deshacía sin demasiadas dificultades de los terminales a través de establecimientos de compra-venta.

Al arrestado, español y con antecedentes policiales por otro tipo de sustracciones, se le imputan por el momento ocho sustracciones en sucursales en el último mes y medio, y ya ha sido puesto a disposición judicial.