Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil desmantelaron el lunes un matadero clandestino de corderos que habían habilitado varias personas de origen magrebí en una finca de Rabasa. El sacrificio de los animales coincidía con la fiesta del cordero que celebran desde el lunes los musulmanes y los agentes levantaron un acta de inspección e inmovilización cautelar de las piezas sacrificadas para su posterior destrucción.

Según informó ayer la Comandancia de Alicante, el matadero lo habían situado en una finca de las afueras de Alicante junto a los animales vivos, rodeados de los excrementos y de gran cantidad de insectos.

El matadero ilegal estaba en la zona de Rabasa y cuando llegaron los agentes del Seprona ya había cuatro corderos sacrificados. Uno estaba despiezado y los otros tres abiertos en canal. Los animales se encontraban a la intemperie «a merced de las elevadas temperaturas de estos días y sin ningún tipo de cuidado sanitario», afirma la Guardia Civil en un comunicado.

Las instalaciones eran clandestinas y carecían de las mínimas condiciones higiénico sanitarias. Tampoco tenía la documentación sanitaria de origen de los corderos y situación de los animales antes de la muerte, algo que es imprescindible para conocer el buen estado de salud, la normalidad fisiológica y la trazabilidad de los animales.

Todas esta documentación es imprescindible para saber si la carne es apta o no para el consumo y debe estar expedida por un inspector veterinario oficial.

El Seprona solicitó la presencia de inspectores de Salud Pública, los cuales constataron la falta de ideoneidad de las instalaciones y el estado de las carnes y sus vísceras, que fueron inmovilizadas para ser destruidas por un gestor autorizado al ser mercancía de alto riesgo.