La Guardia Civil ha detenido en El Campello a dos hombres, uno de ellos de nacionalidad argelina y 40 años de edad, y otro de nacionalidad española de 75 años, como presuntos autores de un delito contra la salud pública (tráfico de drogas) e incautado 149 gramos de cocaína, 8.720 euros en billetes fraccionados, dos cartillas de una cuenta bancaria con un saldo de 9.000 euros, 5 teléfonos móviles, 3 tarjetas de telefonía móvil, 2 balanzas de precisión, útiles para la preparación de las dosis, una tablet, un ordenador portátil, joyas, relojes, y tabaco de contrabando.

Varios meses ha durado la investigación realizada por agentes de la Guardia Civil de El Campello, que ha servido para desmantelar uno de los principales puntos de venta de cocaína que abastecía a las localidades de Alicante y San Juan, y en menor medida a El Campello.

Los investigadores tenían conocimiento de la existencia de un punto de venta de droga a domicilio, que operaba en Alicante y San Juan. Una vez identificado al principal sospechoso, le hicieron un exhaustivo seguimiento, que pudiera aportar pruebas del negocio ilegal que tenía entre manos.

De esta forma, se comprobó que hacía numerosos viajes a su domicilio, y acto seguido se desplazaba en su vehículo a lugares de las tres localidades, siempre distintos. También observaron que, cuando el hombre estaba en casa, recibía numerosas y variadas visitas de personas que, supuestamente, se acercaban a comprar droga.

En uno de los desplazamientos, los agentes decidieron darle el alto y registrar el coche, encontrando 9 bolsitas de cocaína, listas para su venta, ocultas en uno de los paneles de techo, por lo cual procedieron a su detención.

Quid pro quo

Una vez detenido, solicitaron una orden judicial para entrar en su domicilio, sin embargo, en el domicilio también reside otra persona, un hombre español de 75 años, que resultó ser el propietario de la vivienda.

Este hombre carecía de antecedentes, y disponía de una situación económica bastante holgada, sin embargo parece que se había establecido una relación amistosa entre los dos.

Así el hombre mayor habría ofrecido su vivienda para que el otro residiera allí, a cambio de recibir el pago del alquiler en "especie". Además, este hombre tan mayor hacía las veces de suplente: cuando el otro estaba fuera se encargaba el de recibir a los compradores, y guardar parte de la recaudación.

Servicio "a domicilio"

La venta de droga se llevaba a cabo en una pequeña parte por las visitas que recibían en la casa, pero en gran medida por la red de contactos con la que contaba el ciudadano argelino. Esta red de contactos era gestionada a través de las redes sociales Whatsapp, Messenger y Telegram, con las que mantenía contacto con los compradores, y éstos le facilitaban su ubicación para que les sirviera la droga "a domicilio", en los puntos donde se encontraban.

Llegaba a planificarse rutas para el reparto, pero el servicio "a domicilio" solo estaba disponible hasta las 22 horas, a partir de esa hora solo recibía a los compradores en su vivienda.

Se han incautado 149 gramos de cocaína de gran pureza, 8.720 euros en billetes fraccionados, dos cartillas de una cuenta bancaria con un saldo de 9.000 euros, 5 teléfonos móviles, 3 tarjetas de telefonía móvil, 2 balanzas de precisión, útiles para la preparación de las dosis, una tablet, un ordenador portátil, joyas, relojes, y tabaco de contrabando.

La Guardia Civil detuvo también al hombre, de 75 años de edad, como supuesto cómplice de la actividad delictiva, aunque una vez puesto a disposición judicial, ha sido puesto en libertad con cargos. El otro hombre, presunto autor principal del delito de tráfico de drogas, ha sido ingresado en prisión sin fianza.