La autopsia realizada ayer al cadáver esquelético de la mujer de 55 años hallado dentro de una cama tipo canapé no reveló la existencia de signos de violencia, aunque se realizarán nuevas pruebas para descartar por completo que se trate de una muerte violenta.

Una de las posibilidades que barajan los investigadores de la Policía Nacional es que se trate de una muerte accidental y la mujer se quedara atrapada dentro del canapé, ya que la cerradura de la vivienda estaba echada.

El cadáver de la mujer fue descubierto el pasado jueves por la tarde mientras vaciaban de enseres la vivienda, situada en la calle Catedrático Ángel Casado, en el barrio de San Blas. Según vecinos del inmueble, los dueños de la casa viven en Madrid y encargaron que la vaciaran porque no sabían nada de la inquilina y llevaba varios meses sin pagar el alquiler.

Según una vecina, la mujer se había trasladado desde Tarragona y precisamente denunciaron su desaparición hace unos meses ante los Mossos d'Esquadra. La vecina indicó que recientemente fueron unos policías pero como no abrieron la puerta se marcharon.