Una espectacular persecución por San Vicente y Alicante en la que llegaron a participar 15 vehículos policiales, entre patrullas y motocicletas, culminó en la madrugada del pasado jueves con la detención de los dos ocupantes del vehículo. El conductor de un Ford Focus se dio a la fuga de un control de alcoholemia en San Vicente, efectuando maniobras temerarias a gran velocidad hasta que fue interceptado tras sufrir un accidente, y haber puesto en grave peligro las vidas de los agentes, según explicaron fuentes policiales. El conductor, que circulaba bajo los efectos del alcohol, ya tenía antecedentes por hechos similares y se le había retirado el carné anteriormente.

El suceso se registró en la noche del jueves, cuando la Policía Local de San Vicente tenía desplegado un control de alcoholemia en el acceso al barrio del Rodalet, en el límite con Alicante, un punto negro de tráfico de estupefacientes. Al hacerle la Policía el alto al Ford Focus, el conductor aparentemente aminoró la marcha para acelerar después y saltarse el control, estando a punto de atropellar al agente que paraba el coche.

Entonces la Policía Local de San Vicente inició una persecución por la avenida Novelda, ya en Alicante, uniéndose a la misma la Policía Nacional y la Policía Local de Alicante. El vehículo circulaba a una «altísima» velocidad, según las mismas fuentes, saltándose varios semáforos en rojo. En la calle Benasau, en la zona de La Colmena, un agente intentó hacer parar el vehículo, pero tuvo que apartarse para evitar ser atropellado. Después circuló en contradirección por la avenida Médico Vicente Ferré, apartándose también un coche patrulla para evitar una colisión frontal.

La persecución siguió por el barrio de Los Ángeles, perdiendo una rueda el vehículo al chocar contra un bordillo. Pese a ir sin un neumático y la llanta, y perseguidos por decenas de agentes, siguió circulando a gran velocidad durante un kilómetro, hasta que en la avenida de Jaime I, en Rabasa, perdió el control del coche y se salió de la vía, siendo en ese momento detenidos por la Policía Local y Nacional.

Al conductor se le imputan los delitos de conducción temeraria, conducir bajo los efectos del alcohol y por negarse a realizarse la prueba de alcoholemia, mientras que el acompañante fue arrestado por resistencia a la autoridad.