Lo tenían todo planificado para robar la recaudación del fin de semana de un comercio del aeropuerto e incluso compraron un billete de avión de Alicante a Barcelona para acceder como pasajero a la zona restringida de seguridad donde se encuentran las tiendas. Lograron un botín de 11.700 euros pero la Guardia Civil ha descubierto a los tres implicados y ha detenido a dos de ellos, un hombre de 37 años y su expareja, una mujer de 36 años que trabajó en el comercio desvalijado. Mientras busca al autor material, que es un sobrino del excompañero de la antigua trabajadora.

El robo fue cometido el pasado 17 de julio y el autor se puso una gorra para evitar que las cámaras de seguridad grabaran su rostro. Los investigadores detectaron que el ladrón conocía detalles del funcionamiento interno del comercio, ya que no fue forzada la cerradura de la caja donde estaba el dinero. Las pesquisas iniciales se centraron en empleados del local y del aeropuerto, pero tras ver las cámaras sospecharon que el ladrón accedió a la zona como un pasajero. La Oficina de Análisis e Investigación de Seguridad Aeroportuaria (ODAISA) de la Guardia Civil realizó indagaciones con compañías aéreas, agencias de viaje y otros sistemas de seguridad hasta que pudo identificar al ladrón.

Compraron un billete a Barcelona que nunca usaron y una vez dentro de la zona restringida se cambió de ropa el ladrón en los aseos, se puso la gorra y consumó el robo con las indicaciones que la facilitó la extrabajadora.