La Guardia Civil ha detenido en Crevillent a un hombre, español de 40 años, reclamado con 19 órdenes de búsqueda, detención y personación, de diferentes órganos judiciales, y una orden de detención e ingreso en prisión, de un juzgado de Palma de Mallorca, por diversos delitos de estafa, malos tratos en el ámbito familiar, injurias, calumnias, atentado contra agente de la autoridad, amenazas, lesiones, quebrantamiento de condena, defraudación del fluido eléctrico, usurpación de estado civil, vejaciones, falsificación de documentos públicos, apropiación indebida, coacciones, y delitos contra la salud pública.

Agentes de la Guardia Civil de Crevillent han realizado una intensa y larga investigación para determinar el paradero de este hombre, natural de esa localidad, que llevaba alrededor de 6 años huido de la acción de la justicia.

Una vez localizado su posible domicilio en un chalet de la zona, se establece un dispositivo de vigilancia para corroborar las informaciones que se habían obtenido durante la investigación, y así constatar que el huido se encontraba en esa casa. Finalmente, después de largas horas de apostaderos, lograron ver al fugado.

Los agentes entraron en el domicilio, que estaba totalmente vigilado con numerosas cámaras de seguridad, pero se encontraba vacío. Después de un minucioso registro, descubren, en un ala del chalet, una puerta sin cerradura ni tirador, que se encuentra cerrada desde dentro.

Al tirar la puerta abajo, observan como la habitación era como un centro de control de los exteriores de la casa, y encuentran por fin al detenido, que se había escondido detrás de unos muebles.

Dedicado a la estafa 2.0

Entre los actos delictivos que se le imputan, y otros por los que ya fue condenado, se encuentran numerosas estafas realizadas a través de internet.

Al parecer, creaba numerosos perfiles falsos en redes sociales, con el que tomaba diferentes personalidades. En algunos de sus perfiles se auto titulaba presidente de una multinacional de la información, inspector de Naciones Unidas, o miembro asociado del Partido Popular, entre otros muchos.

Ha llegado a tener más de cuarenta mil seguidores en las redes sociales, e incluso llegaba a escribir que había estudiado en la academia militar de los Estados Unidos, en West Point y en varias universidades españolas.

Con estos perfiles habría tejido entramados, a través de páginas web, que consolidaban coartadas para cometer estafas a numerosas empresas. De esta forma, cuando alguien buscaba la empresa en la web, aparecían numerosos resultados de búsqueda, desde publicaciones en diarios de tirada nacional, hasta ubicaciones en directorios empresariales, aunque la mayoría de las referencias a las empresas estaban alojadas en los comentarios de esas páginas, que pueden ser editados por cualquier usuario.

Toda una carrera delictiva

De entre sus antecedentes, además de diversos delitos de amenazas que habría cometido tras estafar, presuntamente, a sus víctimas cuando éstas le descubrían, se puede destacar un gran número de altercados, agresiones y desórdenes públicos. No dudaba en usar la violencia o las agresiones verbales cuando los planes no le salían del todo bien.

Otro de los hechos que se le atribuyen es el envío de un burofax a dependencias de la Guardia Civil, con el que pretendía coaccionar a los agentes para impedir la investigación de la gran cantidad de denuncias que le habían interpuesto en uno de los juzgados, y en el que decía sufrir una persecución por su condición sexual.

El detenido, al que le constan más de un centenar de antecedentes, tiene una larga carrera delictiva y ha sido complicado para los agentes lograr encontrar su paradero, ya que apenas salía de su domicilio, ni se dejaba ver en público. Ha sido puesto a disposición judicial, y se ha decretado su ingreso en prisión.